(Libertad Digital) Los más veteranos del lugar recordarán la final de Glasgow en 1960 cuando el Real Madrid tumbó al Eintracht de Fráncfort (7-3) en el Hampden Park, con un día estelar de Di Stéfano y Puskas. Y los más noveles aquella finalísima del Camp Nou de 1999 cuando el Manchester United, después de ir perdiendo por 2-0 ante el Bayern de Múnich, marcó tres goles en los últimos cinco minutos. Pero lo vivido este miércoles en Estambul no se le queda corta. Y es que remontar un 3-0 ante un equipo como el Milán no está al alcance de cualquiera. Ya dijo Rafa Benítez que frente a la experiencia de los italianos anteponía el hambre de los suyos, las ganas por ganar. Y su guión se ha cumplido a rajatabla.
Con lo que no contaba el técnico madrileño fue con el tempranero gol de Paolo Maldini. El gran capitán del Milán, a sus 36 años, apareció a los 50 segundos para reventar el partido. Con su pierna mala, la derecha, enganchó un buen balón colgado al área por Kaká para batir a Dudek y poner el 1-0 en el marcador. Mejor no podían empezar las cosas para los de Carlo Ancelotti. El Milán empezaba a acariciar su séptima Copa, pero se confió y lo pagó caro. Y eso que jugó con inteligencia el primer tiempo. Cierto es que aprovechó un error de concentración en el marcaje a Maldini, pero luego apareció Kaká, con un talento sin techo, descomunal en la visión de juego, y con una facilidad pasmosa para buscar la profundidad de Hernán Crespo arriba.
A la contra, fulminó el Milán al Liverpool. El 2-0 llegó con el equipo inglés protestando una acción anterior. Un posible penalti de Nesta, que tocó el balón con la mano delante de Luis García. Todo el Liverpool se fue a por Mejuto González y en ese contragolpe, Crespo masacró a los Reds. Sólo cuatro minutos después, el propio Crespo aprovechó un excelente pase de Kaká en profundidad para batir a Dudek con un toque sutil y poner el 3-0 en el marcador al filo del descanso. Todo le salía mal a Rafa Benítez porque, además de los tres goles encajados, también perdió a Harry Kewell por lesión en el ecuador del primer período. Tuvo que sacar a Smicer, aunque la labor del checo, como se demostraría en lo que restaría de partido, fue encomiable.
Nada tuvo que ver el Liverpool de la segunda mitad con el de la primera. Con Gerrard en la manija y apareciendo cuando más lo necesitaban los suyos, los Reds se bastaron de siete minutos mágicos para lograr la igualada. Rugía la afición inglesa cuando su capitán mandó de cabeza el balón dentro del portal italiano. Fue un punto de inflexión porque sólo un minuto después Smicer hacía doblar la rodilla a Dida. Un 3-2 que ponía el partido al rojo vivo. Antes, ya Xabi Alonso había avisado al meta milanista de que el Liverpool no iba a regalar nada. El español se atrevió solo unos minutos después con un lanzamiento de penalti tras un derribo de Gattuso a Gerrard dentro del área. Falló primero el jugador de Tolosa, aunque luego pudo batir a Dida en el rechace. Empate a tres y vuelta a empezar.
El estadio Ataturk se vino abajo. Con 20.000 tipos animando a coro acompasado a un equipo repleto de agallas, el Liverpool le pintó la cara al Milán. El fútbol control de la escuadra de Ancelotti pasó a mejor vida y los ingleses jugaron a lo suyo: acelerados, ante un Milán desconocido que se desinfló de forma alarmante ante el empuje del club inglés. Benítez acertó en los cambios, primero con Hamann y luego con Cissé, fresco, en lugar de Baros. El fútbol de trinchera le iba al Liverpool, con un enorme Jamie Carragher atrás y un Hamann gigante en la transición. Por parte del Milán, Tomasson entró de relevo de Crespo y Serginho de Seedorf.
A la contra, fulminó el Milán al Liverpool. El 2-0 llegó con el equipo inglés protestando una acción anterior. Un posible penalti de Nesta, que tocó el balón con la mano delante de Luis García. Todo el Liverpool se fue a por Mejuto González y en ese contragolpe, Crespo masacró a los Reds. Sólo cuatro minutos después, el propio Crespo aprovechó un excelente pase de Kaká en profundidad para batir a Dudek con un toque sutil y poner el 3-0 en el marcador al filo del descanso. Todo le salía mal a Rafa Benítez porque, además de los tres goles encajados, también perdió a Harry Kewell por lesión en el ecuador del primer período. Tuvo que sacar a Smicer, aunque la labor del checo, como se demostraría en lo que restaría de partido, fue encomiable.
Nada tuvo que ver el Liverpool de la segunda mitad con el de la primera. Con Gerrard en la manija y apareciendo cuando más lo necesitaban los suyos, los Reds se bastaron de siete minutos mágicos para lograr la igualada. Rugía la afición inglesa cuando su capitán mandó de cabeza el balón dentro del portal italiano. Fue un punto de inflexión porque sólo un minuto después Smicer hacía doblar la rodilla a Dida. Un 3-2 que ponía el partido al rojo vivo. Antes, ya Xabi Alonso había avisado al meta milanista de que el Liverpool no iba a regalar nada. El español se atrevió solo unos minutos después con un lanzamiento de penalti tras un derribo de Gattuso a Gerrard dentro del área. Falló primero el jugador de Tolosa, aunque luego pudo batir a Dida en el rechace. Empate a tres y vuelta a empezar.
El estadio Ataturk se vino abajo. Con 20.000 tipos animando a coro acompasado a un equipo repleto de agallas, el Liverpool le pintó la cara al Milán. El fútbol control de la escuadra de Ancelotti pasó a mejor vida y los ingleses jugaron a lo suyo: acelerados, ante un Milán desconocido que se desinfló de forma alarmante ante el empuje del club inglés. Benítez acertó en los cambios, primero con Hamann y luego con Cissé, fresco, en lugar de Baros. El fútbol de trinchera le iba al Liverpool, con un enorme Jamie Carragher atrás y un Hamann gigante en la transición. Por parte del Milán, Tomasson entró de relevo de Crespo y Serginho de Seedorf.
Con el 3-3 se llegó al final y se forzó la prórroga. A los diez minutos del tiempo extra, Tomasson tuvo el partido en sus botas, aunque falló en su remate final. El Milán volvió a tocar, con Cafú ofensivo por la derecha y con Shevchenko siempre peligroso arriba. Dudek sacó un balón de oro al ucraniano en la raya en la recta final de la prórroga y se llegó a la lotería de los penaltis. Y ahí Dudek estuvo inmenso. El Milán no acertó desde los once metros y el meta polaco le detuvo el último lanzamiento a Shevchenko. El Liverpool vuelve a ganar la Copa de Europa 21 años después y Rafa Benítez logra un nuevo título continental por segunda temporada consecutiva después de que el año pasado llevara al Valencia a ganar la Copa de la UEFA.
¡Enhorabuena, campeones!
Ficha técnica del partido
Milán, 3: Dida; Cafú, Stam, Nesta, Maldini; Seedorf (Serginho, m.85), Gattuso (Rui Costa, m.111), Pirlo, Kaká; Crespo (Tomasson, m.85) y Shevchenko
Liverpool, 3: Dudek; Finnan (Hamann, m.46), Hyypia, Carragher, Traoré; Kewell (Smicer, m.23), Xabi Alonso, Gerrard, Riise; Luis García y Baros (Cissé, m.84)
Goles: 1-0, m.1: Maldini, con la pierna derecha, remata en el área una falta de Kaká desde el costado; 2-0, m.38: Crespo, a pase Kaká; 3-0, m.43: Crespo, de nuevo, pica el balón por encima de Dudek, a pase de Kaká; 3-1, m.53: Gerrard, de cabeza, tras un servicio de Riise; 3-2, m.54: Smicer, desde fuera del área; 3-3, m.60: Xabi Alonso lanza un penalti, lo despeja Dida y el propio Xabi remacha a la red
Lanzamientos en la tanda de penaltis
Marcaron por el Milán: Tomasson y Kaká
Fallaron en el Milán: Serginho y Pirlo
Marcaron por el Liverpool: Hamann, Cissé y Smicer
Falló en el Liverpool: Riise
Árbitro: Mejuto González (España). Mostró cartulina amarilla a Carragher (m.76) y a Milan Baros (m.80), del Liverpool
Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el estadio Ataturk de Estambul ante 60.000 espectadores. Lleno absoluto
Liverpool, 3: Dudek; Finnan (Hamann, m.46), Hyypia, Carragher, Traoré; Kewell (Smicer, m.23), Xabi Alonso, Gerrard, Riise; Luis García y Baros (Cissé, m.84)
Goles: 1-0, m.1: Maldini, con la pierna derecha, remata en el área una falta de Kaká desde el costado; 2-0, m.38: Crespo, a pase Kaká; 3-0, m.43: Crespo, de nuevo, pica el balón por encima de Dudek, a pase de Kaká; 3-1, m.53: Gerrard, de cabeza, tras un servicio de Riise; 3-2, m.54: Smicer, desde fuera del área; 3-3, m.60: Xabi Alonso lanza un penalti, lo despeja Dida y el propio Xabi remacha a la red
Lanzamientos en la tanda de penaltis
Marcaron por el Milán: Tomasson y Kaká
Fallaron en el Milán: Serginho y Pirlo
Marcaron por el Liverpool: Hamann, Cissé y Smicer
Falló en el Liverpool: Riise
Árbitro: Mejuto González (España). Mostró cartulina amarilla a Carragher (m.76) y a Milan Baros (m.80), del Liverpool
Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el estadio Ataturk de Estambul ante 60.000 espectadores. Lleno absoluto