L D (EFE) Como contra el Real Madrid, Fabio Capello apeló a la paciencia para explicar cómo debía jugar su equipo. Y la verdad es que sus jugadores le siguieron demasiado al pie de la letra, pues no imprimieron velocidad a sus acciones. El primer tiempo de la Juventus fue al paso, con lo que facilitó la labor de un Liverpool bien plantado tácticamente, con una buena presión y que no pasó grandes apuros para contener al rival. Con tres españoles -Xabi Alonso, Antonio Núñez y Luis García- en el once inicial, los Reds tampoco tuvieron prisas, lo que se tradujo en una primera mitad sin emociones ni calidad.
El balón casi siempre estuvo en el centro del campo, donde duraba poco en los pies de unos y otros, se producían imprecisiones ante el elevado tráfico de jugadores en pocos metros y donde, además, hubo un elevado número de faltas. Ambas metas apenas peligraron e, incluso, hubo que esperar 33 minutos para ver el primer saque de esquina del partido, favorable a la Juventus. La única acción de peligro del primer tiempo llegaría por velocidad, en una de las habituales galopadas de Gianlucca Zambrotta (m.11) por banda izquierda: primero, se escapó de Núñez, luego de Steve Finnan y dio un centro medido a Ibrahimovic, quien en excelente posición ante el meta polaco Jerzy Dudek malogró todo al rematar alto.
Apenas cumplidos cinco minutos del segundo tiempo, ya con el uruguayo Marcelo Zalayeta, el héroe ante el Madrid, en sustitución de su compatriota, el ex atlético Rubén Olivera, en la Juventus, el Liverpool pudo dar a su rival un golpe definitivo. Milan Baros se escapó por velocidad y se plantó ante el meta Gianluigi Buffon, pero cruzó en exceso su disparo. El Liverpool había saltado con una mayor ambición ofensiva, queriendo cerrar cuanto antes su pase a semifinales y ponía en dificultad a un Juventus poco fluido, bloqueado, sin movimientos sin balón y con el checo Pavel Nedved, el Balón de Oro en 2003, poco entonado.
La Juventus intentó reaccionar con balones largos y altos sobre sus torres Ibrahimovic y Zalayeta, pero la defensa inglesa lo mejor que tiene es el poderío aéreo. Sí sirvió, al menos, para apaciguar el empuje del Liverpool, en cuyas filas mediado el segundo tiempo volvió a jugar el francés Djibril Cissé, ausente más de medio año por lesión. A doce minutos del final, la Juventus estuvo cerca del gol de la clasificación, en saque de falta pasado a cargo de Del Piero que remató de cabeza Cannavaro estrellando el balón en el poste derecho de un batido Dudek, que en el posterior rechace sacó el balón sobre la misma línea. Parecían avecinarse los diez minutos más intensos de todo el partido. No fue así. Y es que la Juventus volvió a evidenciar sus limites y ni siquiera fue capaz de empujar y encerrar, al menos a base de corazón, al Liverpool en su área a la espera de un gol, más o menos, afortunado.
El balón casi siempre estuvo en el centro del campo, donde duraba poco en los pies de unos y otros, se producían imprecisiones ante el elevado tráfico de jugadores en pocos metros y donde, además, hubo un elevado número de faltas. Ambas metas apenas peligraron e, incluso, hubo que esperar 33 minutos para ver el primer saque de esquina del partido, favorable a la Juventus. La única acción de peligro del primer tiempo llegaría por velocidad, en una de las habituales galopadas de Gianlucca Zambrotta (m.11) por banda izquierda: primero, se escapó de Núñez, luego de Steve Finnan y dio un centro medido a Ibrahimovic, quien en excelente posición ante el meta polaco Jerzy Dudek malogró todo al rematar alto.
Apenas cumplidos cinco minutos del segundo tiempo, ya con el uruguayo Marcelo Zalayeta, el héroe ante el Madrid, en sustitución de su compatriota, el ex atlético Rubén Olivera, en la Juventus, el Liverpool pudo dar a su rival un golpe definitivo. Milan Baros se escapó por velocidad y se plantó ante el meta Gianluigi Buffon, pero cruzó en exceso su disparo. El Liverpool había saltado con una mayor ambición ofensiva, queriendo cerrar cuanto antes su pase a semifinales y ponía en dificultad a un Juventus poco fluido, bloqueado, sin movimientos sin balón y con el checo Pavel Nedved, el Balón de Oro en 2003, poco entonado.
La Juventus intentó reaccionar con balones largos y altos sobre sus torres Ibrahimovic y Zalayeta, pero la defensa inglesa lo mejor que tiene es el poderío aéreo. Sí sirvió, al menos, para apaciguar el empuje del Liverpool, en cuyas filas mediado el segundo tiempo volvió a jugar el francés Djibril Cissé, ausente más de medio año por lesión. A doce minutos del final, la Juventus estuvo cerca del gol de la clasificación, en saque de falta pasado a cargo de Del Piero que remató de cabeza Cannavaro estrellando el balón en el poste derecho de un batido Dudek, que en el posterior rechace sacó el balón sobre la misma línea. Parecían avecinarse los diez minutos más intensos de todo el partido. No fue así. Y es que la Juventus volvió a evidenciar sus limites y ni siquiera fue capaz de empujar y encerrar, al menos a base de corazón, al Liverpool en su área a la espera de un gol, más o menos, afortunado.
Ficha técnica del partido
Liverpool, 0: Dudek; Finnan, Carragher, Hyypia, Traoré; Núñez (Smifer, m.58), Biscan, Xabi Alonso, Riise; Luis García (Le Tallec, m.85) y Baros (Cissé, m.76)
Árbitro: Valentin Ivanov (Rusia). Mostró cartulina amarilla a Xabi Alonso (m.29), Montero (m.53), Zambrotta (m.66), Emerson (m.74) y Finnan (m.77)
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Delle Alpi de Turín, que registró la presencia de unos 60.000 espectadores, unos 3.500 de ellos ingleses