L D (EFE) San Miguel, con el 'yuko' que marcó a falta de un minuto dejaba la lucha en excelentes condiciones para sus características, pero en los segundos finales la española pagó cara su ambición, y permitió a la rival marcar el 'waza-ari' que la dejó sin el podio olímpico ante la atenta mirada del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y el presidente del Comité Olímpico Español (COE) y ex presidente de la Federación Española de Judo, Alejandro Blanco.
Recuperada de varias lesiones y de algunos problemas de salud, como la trombosis que sufrió el pasado año y las operaciones en ambas rodillas, la deportista afincada en Alicante aguantó con firmeza durante el combate y supo imponer su fuerte en acciones a la contra. Peligrosa cuando la francesa le dejaba capacidad de giro de hombros y espalda, San Miguel protagonizó una larga lucha en el suelo, que finalmente concluyeron sin que ninguna de las dos contrincantes lograra marcar golpe.
El combate largo beneficiaba a la española, mejor físicamente y muy competitiva. Así cuando ya habían transcurrido cuatro minutos anotó un yuko que la dejaba en ventaja para acometer el minutos restante. Parecía que subiría al podio para recoger la medalla de bronce, peor San Miguel acabó víctima de un 'waza-ari' en una acción en la que Possamai provocó su entrada.
San Miguel cayó en las semifinales frente a la china Yang Xiuli, a la postre campeona, contra la que perdió por ippon, y anteriormente, resolvió con tres victorias sus primeros combates de la jornada, merced a los triunfos por koka ante la rusa Vera Moskaliuk; por koka ante la brasileña Edinanci Silva y por waza-ari a la italiana Lucia Morico.
Una complicación especial se encontró la española entre las adversarias que dejó en el camino, y que según la propia Esther San Miguel le obligó a "tener que estar muy atenta" para no cometer fallos y poder contrarrestar la tremenda "fuerza" de la brasileña Edinanc Silva. La sudamericana se sometió hace años a varias operaciones para eliminar unas protuberancias que en apariencia eran testículos y disminuir el 80 por ciento de testosterona (hormona masculina) que le dio un cuerpo musculoso y una fuerza que ya envidiaría cualquier hombre.
Para los Juegos Olímpicos de Atlanta, los primeros en su carrera, tuvo que pasar por una prueba para confirmar su condición sexual, hecho que la dejó seriamente afectada y le impidió ofrecer buenos resultados, y cuatro años después, en Sydney'00, una lesión la volvió a sacar del camino al podio. En Atenas 2004 llegó en gran forma física y psicológica pero aún así perdió las peleas que le pudieron haber dejado, al menos con el bronce, y ahora, en Pekín 2008 quedó quinta tras perder por ippon con la surcoreana Jeong en la lucha por el bronce.
La china Xiuli Yang ganó la medalla de oro en la categoría de -78 kilos tras ganar la final por decisión de los jueces ante la cubana Yalennis Castillo en un combate que acabó en empate, igualada que también se dio tras el tiempo de técnica de oro, periodo en el que los cubanos reclamaron un 'koka'. En la pelea por los bronces, la surcoreana Gyeongmi Jeong batió a la brasileña Edinanci Silva y Possamai acabó con el sueño de Esther San Miguel.
En -100 kilos, el judoca Tuvshinbayar Naidan logró hoy la primera medalla de oro olímpica para Mongolia en toda su historia al derrotar en la final al kazajo Askhat Zhitkeyev, mientras que el azerbaiyano Movlud Miraliyev y el holandés Henk Grol se colgaron al cuello las dos preseas de bronce en disputa.