La historia se resume en más tiempo del que tarda en ejecutarse. El Santos realiza el saque inicial desde el centro del campo, un futbolista recoge el balón y llega hasta el área contraria, ahí, con algo de fortuna, envía el balón hacia Geovane quien, a primer toque, logra el tanto. Sólo han pasado cinco segundos.
Probablemente no sea el más rápido de la historia; todos hemos visto algún gol desde el saque central (directo o tras tocarla algún futbolista), pero sí podríamos aventurarnos a decir que, tratándose de una jugada, haya sido el más raudo. Y es que hacer tanto en menos tiempo es imposible.