El Gobierno no censura el anuncio de las selecciones catalanas pero dice que la utilización de menores es "desacertada"

L D (EFE) La ministra respondía con sus declaraciones al popular Francisco Antonio González, quien ha preguntado sobre la valoración del Ejecutivo acerca de la polémica creada por el anuncio de televisión a favor de las selección catalana de fútbol. En dicho anuncio se ve a un niño vestido con una camiseta roja (la que utiliza la selección española) que prohíbe participar en un partido a otro con el atuendo del equipo catalán.

Cabrera señalaba que al Ejecutivo no le consta que se haya desatado una "campaña en contra de la selección española de fútbol", como afirmaba el diputado popular en su pregunta, y ha pedido a González que "no intente alarmar a los ciudadanos convirtiendo en categoría lo que es anécdota" ni trate de agotar "un debate ya agotado". La ministra reiteraba la postura del Gobierno en el asunto de las selecciones: que sólo la española representa a España en competiciones oficiales aunque no hay inconvenientes para que las de las comunidades participen en eventos no oficiales.

"Se dice una cosa y se hace otra"

Por su parte, González critica que la postura del Ejecutivo de "decir una cosa y hacer otra", en referencia a declaraciones del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzsky, y del candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, José Montilla, que se mostraban en desacuerdo con el anuncio, contra el que finalmente se decidió no actuar.

Se ha referido también a la decisión adoptada este miércoles mañana por el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) que, por seis votos a favor y uno en contra, ha acordado que se siga emitiendo el anuncio. Y critica que tres de los seis votos a favor sean de representantes socialistas. "Ya estamos en la hipocresía y en el cinismo, decir una cosa y hacer otra", añadía antes de pedir a la ministra que explique "porqué no se toman medidas con todos los instrumentos" para prohibir la emisión del mismo.

Para el diputado del PP, esta publicidad "fomenta el odio y la violencia" y "provoca una confrontación no sólo entre la sociedad catalana con el resto de España, sino entre los catalanes", ya que, dijo, muchos de ellos se sienten identificados con los colores de las selecciones nacionales.