L D (EFE) La mano de Pedro Martínez ha podido apreciarse en el primer envite del técnico catalán ante la afición colegial, que esperaba al nuevo técnico después de su estreno del domingo pasado con una victoria en la pista del Gran Canaria. La cita era de fogueo, pues ninguno de los dos equipos se jugaba nada, pero la presencia del técnico había creado gran expectación en la grada. Los madrileños tampoco han hecho nada del otro mundo, aunque sí han puesto de relieve una vocación de contragolpe constante.
El Estudiantes sabía que éstos eran los últimos 40 minutos de la temporada en Europa porque partía sin opción alguna de acceder a octavos. Para los belgas, el partido suponía un mero trámite puesto que su clasificación para las eliminatorias estaba asegurada de antemano. Pese a estar apeados de la competición, los colegiales afrontan un encuentro vital este fin de semana. Se juegan la Copa del Rey el sábado contra el CB Granada y, por tanto, nada les es indiferente ahora mismo, así que actuaron con tensión.
El equipo local abrió la contienda con autoridad (18-8, m.7) y con Will McDonald mucho más metido en el partido y en el equipo. El estadounidense anotó 17 puntos antes del descanso y, junto con Javier Mendiburu, que se incorporó desde el banquillo y aprovechó muy bien sus tiros, dio consistencia al Estu para mantener el control hasta el descanso cuando el Bree apretó el acelerador (de 38-28 a 39-36). Un triple de Hernán Jasen y otro de Iker Iturbe pararon los pies a los belgas justo a tiempo de situar el marcador en 50-42 al final de la primera parte pese al esfuerzo de Brian Lynch y Julius Jenkins, los dos pilares fundamentales del Bree en ese periodo.
El Bree, en cualquier caso, no tuvo su noche en el tiro. En cuanto el equipo del Ramiro de Maeztu abrió hueco en el tercer cuarto (64-50, m.25), los belgas perdieron fuerza y el partido discurrió sin alteraciones para los madrileños, que el sábado jugarán contra el Granada y, si ganan, tendrán que esperar al desenlace de la visita que el Real Madrid, rival directo en la carrera por la Copa del Rey, rinde a la pista del DKV Joventut, para saber si juegan el torneo copero.
El Estudiantes sabía que éstos eran los últimos 40 minutos de la temporada en Europa porque partía sin opción alguna de acceder a octavos. Para los belgas, el partido suponía un mero trámite puesto que su clasificación para las eliminatorias estaba asegurada de antemano. Pese a estar apeados de la competición, los colegiales afrontan un encuentro vital este fin de semana. Se juegan la Copa del Rey el sábado contra el CB Granada y, por tanto, nada les es indiferente ahora mismo, así que actuaron con tensión.
El equipo local abrió la contienda con autoridad (18-8, m.7) y con Will McDonald mucho más metido en el partido y en el equipo. El estadounidense anotó 17 puntos antes del descanso y, junto con Javier Mendiburu, que se incorporó desde el banquillo y aprovechó muy bien sus tiros, dio consistencia al Estu para mantener el control hasta el descanso cuando el Bree apretó el acelerador (de 38-28 a 39-36). Un triple de Hernán Jasen y otro de Iker Iturbe pararon los pies a los belgas justo a tiempo de situar el marcador en 50-42 al final de la primera parte pese al esfuerzo de Brian Lynch y Julius Jenkins, los dos pilares fundamentales del Bree en ese periodo.
El Bree, en cualquier caso, no tuvo su noche en el tiro. En cuanto el equipo del Ramiro de Maeztu abrió hueco en el tercer cuarto (64-50, m.25), los belgas perdieron fuerza y el partido discurrió sin alteraciones para los madrileños, que el sábado jugarán contra el Granada y, si ganan, tendrán que esperar al desenlace de la visita que el Real Madrid, rival directo en la carrera por la Copa del Rey, rinde a la pista del DKV Joventut, para saber si juegan el torneo copero.