L D (Europa Press) Los colegiales utilizaron a su desconocido rival, que había mostrado su calidad en la primera fase, donde terminó segundo del Grupo H y donde se impuso con claridad a la Virtus Bolonia, primera en esa ronda, para cambiar la dinámica negativa en el que se habían embarcado.
Así, los del Ramiro de Maeztu, ya fuera de la Copa del Rey, saltaron a la pista con el propósito de ofrecer una alegría a su afición tras sumar seis derrotas consecutivas en la competición doméstica, pero se encontraron a un rival que ofreció resistencia hasta el tercer cuarto del encuentro.
Fue en esos diez minutos donde el equipo local estableció las primeras diferencias, gracias a la labor de Caio Torres, máximo anotador estudiantil con 14 puntos, así como el trabajo tanto ofensivo como defensivo de Will McDonald, Sergio Sánchez y Jasen, que finalizaron con 13, 12 y 11 puntos, respectivamente, y seis rebotes cada uno.
Las ventajas que se cobraba el Estudiantes cambiaron la sucesión de alternativas en la que se había tornado el partido hasta el momento, y sirvieron también para cimentar el triunfo local y para recobrar el ánimo de un equipo que necesitaba ganar para arreglar una nefasta situación.