L D (EFE) El Deportivo de La Coruña dejó encarrilada la consecución de la Intertoto y de una plaza en la próxima edición de la Copa de la UEFA después de imponerse al Olympique de Marsella (2-0) con goles de Rubén Castro y del canterano Iván Carril en el encuentro de ida de la final del tercer torneo continental.
Los gallegos dominaron el duelo ante un equipo muy poblado en defensa, que fue dejando huecos en la retaguardia con el paso de los minutos, posibilitando la cuarta diana de Rubén y el estreno oficial como goleador de Iván Carril, una ventaja de dos tantos que tendrá que ser refrendada dentro de quince días en el Velodrome. El equipo coruñés se encontró con un muro de contención planteado por los franceses desde la línea medular. Todos los jugadores de Jean Fernández defendieron en su propia parcela del terreno de juego, con cinco defensas en una última línea prácticamente infranqueable.
Así las cosas, los deportivistas fueron incapaces de practicar el fútbol dinámico que quiere Joaquín Caparrós, y pasaron quince minutos de dominio absoluto del balón, pero sin llegada. De hecho,la primera aproximación seria de los gallegos llegó en el ecuador del primer periodo con un centro de Víctor que se marchó alto. El equipo marsellés, replegado atrás, advirtió que su mejor baza,la velocidad, con rápidos contraataques, protagonizados casi siempre por el senegalés Niang, que puso en jaque a la cobertura deportivista, aunque sin demasiado peligro para la portería de José Francisco Molina.
Con todo, el Deportivo, aun con su parsimonia, fue el que dio primero, pero sin premio, con una jugada de tiralíneas iniciada por Luque y diseñada por Romero, que regateó a varios centrales y asistió al canario Rubén Castro, quien cruzó demasiado el balón ante el meta Carrasso. La reacción del Olympique no se hizo esperar. Sólo dos minutos después de la ocasión gallega, Molina tuvo que salvar a los suyos con una providencial intervención en un mano a mano con Niang, que desquició una vez más a la pareja de centrales del Depor, Andrade y Juanma, que hasta ese momento se había mostrado diligente.
El equipo coruñés salió con mayor mordiente en la segunda mitad, ayudado también por una ligera apertura en la muralla del conjunto entrenado por Jean Fernández, que modificó la punta del ataque con la entrada del joven Nasri en lugar del peruano Mendoza. Mientras, los deportivistas comenzaron a asediar al Olympique con el empuje de Romero, Tristán, que sigue sin rendir, y Rubén, el jugador con mayor movilidad de los blanquiazules, que obtuvo la recompensa a su tenacidad a los 67 minutos de partido al rematar un centro de Luque en el que la zaga francesa hizo agua. El Deportivo se llevó algún que otro susto en defensa en el tramo final del encuentro, pero la falta de acierto de los franceses la compensaron los coruñeses con la visión de Sergio y la definición de Iván Carril, que anotó el definitivo 2-0 a falta de tres minutos para la conclusión del duelo.
Los gallegos dominaron el duelo ante un equipo muy poblado en defensa, que fue dejando huecos en la retaguardia con el paso de los minutos, posibilitando la cuarta diana de Rubén y el estreno oficial como goleador de Iván Carril, una ventaja de dos tantos que tendrá que ser refrendada dentro de quince días en el Velodrome. El equipo coruñés se encontró con un muro de contención planteado por los franceses desde la línea medular. Todos los jugadores de Jean Fernández defendieron en su propia parcela del terreno de juego, con cinco defensas en una última línea prácticamente infranqueable.
Así las cosas, los deportivistas fueron incapaces de practicar el fútbol dinámico que quiere Joaquín Caparrós, y pasaron quince minutos de dominio absoluto del balón, pero sin llegada. De hecho,la primera aproximación seria de los gallegos llegó en el ecuador del primer periodo con un centro de Víctor que se marchó alto. El equipo marsellés, replegado atrás, advirtió que su mejor baza,la velocidad, con rápidos contraataques, protagonizados casi siempre por el senegalés Niang, que puso en jaque a la cobertura deportivista, aunque sin demasiado peligro para la portería de José Francisco Molina.
Con todo, el Deportivo, aun con su parsimonia, fue el que dio primero, pero sin premio, con una jugada de tiralíneas iniciada por Luque y diseñada por Romero, que regateó a varios centrales y asistió al canario Rubén Castro, quien cruzó demasiado el balón ante el meta Carrasso. La reacción del Olympique no se hizo esperar. Sólo dos minutos después de la ocasión gallega, Molina tuvo que salvar a los suyos con una providencial intervención en un mano a mano con Niang, que desquició una vez más a la pareja de centrales del Depor, Andrade y Juanma, que hasta ese momento se había mostrado diligente.
El equipo coruñés salió con mayor mordiente en la segunda mitad, ayudado también por una ligera apertura en la muralla del conjunto entrenado por Jean Fernández, que modificó la punta del ataque con la entrada del joven Nasri en lugar del peruano Mendoza. Mientras, los deportivistas comenzaron a asediar al Olympique con el empuje de Romero, Tristán, que sigue sin rendir, y Rubén, el jugador con mayor movilidad de los blanquiazules, que obtuvo la recompensa a su tenacidad a los 67 minutos de partido al rematar un centro de Luque en el que la zaga francesa hizo agua. El Deportivo se llevó algún que otro susto en defensa en el tramo final del encuentro, pero la falta de acierto de los franceses la compensaron los coruñeses con la visión de Sergio y la definición de Iván Carril, que anotó el definitivo 2-0 a falta de tres minutos para la conclusión del duelo.
El Valencia pierde en Hamburgo
El Valencia perdió por 1-0 ante el Hamburgo y dejó la final de la Intertoto abierta para el partido de vuelta en Mestalla dentro de dos semanas, tras un mal partido del conjunto español, que fue superado en todas las líneas por el equipo alemán, que no obtuvo una renta mayor gracias a la gran actuación del meta Cañizares. El técnico alemán Thomas Doll, sabedor de que sus hombres tenían un mayor rodaje que los valencianistas, ordenó a su equipo imponer un fuerte ritmo desde los primeros compases del choque.
Esta estrategia deparó un primer tiempo claramente dominado por el Hamburgo, que en los primeros minutos desarboló al Valencia y que dispuso de buenas ocasiones para inaugurar el marcador, sobre todo un remate de Mpenza al larguero a los 9 minutos. El Valencia no encontraba la pausa necesaria para su juego, ya que Edu no era capaz de marcar el ritmo de su equipo, que desbordado por la fuerte presión en la medular de los alemanes, se mostraba incapaz de dar más de tres pases seguidos.
En el tramo final del primer periodo, los de Quique Sánchez enderezaron un tanto su juego y comenzaron a acercarse con cierto criterio al área alemana, aunque la mejor ocasión fue para el local Jarolim que se encontró con una mano prodigiosa de Cañizares que impidió al Hamburgo retirarse al descanso en ventaja. La segunda parte no pudo empezar peor para el Valencia, ya que a los cinco minutos el veterano internacional bosnio Barbarez cabeceaba a gol una falta sacada por Van der Vaart y acababa con la imbatibilidad de los españoles en la Intertoto.
El Valencia acusó el golpe y apenas un minuto después Mpenza pudo abrir aún más la brecha en el marcador, pero Cañizares se cruzó de nuevo en el camino del delantero belga. El Hamburgo, guiado en ataque por el holandés por Van der Vaart, imponía su mayor poderío ante el equipo español, que se defendía como podía, ya que en ataque tan solo Villa era capaz de inquietar a la zaga alemana. En el tramo final, Cañizares de nuevo salvó al Valencia con una gran respuesta a un libre directo lanzado pro Van der Vaart. El choque se endureció. Las faltas eran continuas, lo que provocaba continuas fricciones entre los jugadores, lo que desembocó en numerosas amonestaciones y la expulsión del goleador Barbarez a cinco minutos del final.
Mista pudo arreglar el desaguisado del Valencia en los últimos compases del choque, pero cuando su remate se encaminaba hacia el gol apareció Boulahrouz para salvar in extremis a su equipo y dejar la eliminatoria abierta para el partido de vuelta en Mestalla.
Esta estrategia deparó un primer tiempo claramente dominado por el Hamburgo, que en los primeros minutos desarboló al Valencia y que dispuso de buenas ocasiones para inaugurar el marcador, sobre todo un remate de Mpenza al larguero a los 9 minutos. El Valencia no encontraba la pausa necesaria para su juego, ya que Edu no era capaz de marcar el ritmo de su equipo, que desbordado por la fuerte presión en la medular de los alemanes, se mostraba incapaz de dar más de tres pases seguidos.
En el tramo final del primer periodo, los de Quique Sánchez enderezaron un tanto su juego y comenzaron a acercarse con cierto criterio al área alemana, aunque la mejor ocasión fue para el local Jarolim que se encontró con una mano prodigiosa de Cañizares que impidió al Hamburgo retirarse al descanso en ventaja. La segunda parte no pudo empezar peor para el Valencia, ya que a los cinco minutos el veterano internacional bosnio Barbarez cabeceaba a gol una falta sacada por Van der Vaart y acababa con la imbatibilidad de los españoles en la Intertoto.
El Valencia acusó el golpe y apenas un minuto después Mpenza pudo abrir aún más la brecha en el marcador, pero Cañizares se cruzó de nuevo en el camino del delantero belga. El Hamburgo, guiado en ataque por el holandés por Van der Vaart, imponía su mayor poderío ante el equipo español, que se defendía como podía, ya que en ataque tan solo Villa era capaz de inquietar a la zaga alemana. En el tramo final, Cañizares de nuevo salvó al Valencia con una gran respuesta a un libre directo lanzado pro Van der Vaart. El choque se endureció. Las faltas eran continuas, lo que provocaba continuas fricciones entre los jugadores, lo que desembocó en numerosas amonestaciones y la expulsión del goleador Barbarez a cinco minutos del final.
Mista pudo arreglar el desaguisado del Valencia en los últimos compases del choque, pero cuando su remate se encaminaba hacia el gol apareció Boulahrouz para salvar in extremis a su equipo y dejar la eliminatoria abierta para el partido de vuelta en Mestalla.