L D (EFE) Tristán apagó a un Cádiz que no se amilanó en su visita al estadio de Riazor, donde el Deportivo sigue sin encontrarse cómodo esta temporada, especialmente ante rivales como el gaditano, que se preocupan más por tapar huecos en defensa que por emprender el ataque. Los pupilos del uruguayo Víctor Espárrago, que disfrutaron de una buena ocasión a los cuatro minutos con un disparo lejano de Oli, propusieron una telaraña defensiva de la que los de Joaquín Caparrós no pudieron despegarse, y únicamente dos lanzamientos lejanos del catalán Sergio González pusieron en peligro la meta de Armando.
La intensidad en la presión de los gaditanos no tuvo réplica en los deportivistas, que, no obstante, fueron asentándose poco a poco, dominando el esférico en la zona ancha, pero sin crear ocasiones nítidas, en parte porque al sevillano Diego Tristán, por el que sigue apostando Caparrós, le faltó entendimiento con sus compañeros. Más acertado estuvo el cántabro Pedro Munitis, que una tarde más volvió a empujar a los blanquiazules en ataque, como en un centro envenenado que sacó desde la medular y que sorprendió al meta Armando, que reaccionó a tiempo para sacarse el balón de encima.
El Deportivo, como el Cádiz, se quedó sin pegada en un encuentro que se hizo soporífero hasta que Sergio y el portugués Jorge Andrade aparecieron en escena para lucimiento de Armando, que salvó a los suyos poco antes del descanso, al que los andaluces llegaron sin Iván Ania y De la Cuesta, que cayeron lesionados. Los coruñeses afrontaron con otro ánimo la segunda parte, en la que Tristán se sobrepuso a los abucheos generalizados del público de Riazor con un remate soberbio a pase de Juan Carlos Valerón, con el que silenció en parte la sonora pitada que sólo unos segundos antes le había dedicado la afición blanquiazul.
El Cádiz intentó reaccionar inmediatamente y se propuso llevar la iniciativa con una aproximación de Enrique y un gran remate de Oli que Molina despejó a córner para mantener la ventaja de los blanquiazules en el marcador, que peligró por momentos. El Deportivo aguantó las acometidas de los andaluces aunque se encontró con un problema inesperado a la hora de dominar la contienda, porque el madrileño Víctor Sánchez, que jugaba su tercer encuentro de la temporada después de permanecer en el dique seco desde el verano, volvió a lesionarse. Enfrente, Víctor Espárrago movió banquillo para refrescar su ataque con la entrada de su compatriota Fabián Estoyanoff en detrimento de Oli, pero los coruñeses supieron sufrir para engancharse a la zona noble de la clasificación antes del derbi con el Celta de Vigo.
La intensidad en la presión de los gaditanos no tuvo réplica en los deportivistas, que, no obstante, fueron asentándose poco a poco, dominando el esférico en la zona ancha, pero sin crear ocasiones nítidas, en parte porque al sevillano Diego Tristán, por el que sigue apostando Caparrós, le faltó entendimiento con sus compañeros. Más acertado estuvo el cántabro Pedro Munitis, que una tarde más volvió a empujar a los blanquiazules en ataque, como en un centro envenenado que sacó desde la medular y que sorprendió al meta Armando, que reaccionó a tiempo para sacarse el balón de encima.
El Deportivo, como el Cádiz, se quedó sin pegada en un encuentro que se hizo soporífero hasta que Sergio y el portugués Jorge Andrade aparecieron en escena para lucimiento de Armando, que salvó a los suyos poco antes del descanso, al que los andaluces llegaron sin Iván Ania y De la Cuesta, que cayeron lesionados. Los coruñeses afrontaron con otro ánimo la segunda parte, en la que Tristán se sobrepuso a los abucheos generalizados del público de Riazor con un remate soberbio a pase de Juan Carlos Valerón, con el que silenció en parte la sonora pitada que sólo unos segundos antes le había dedicado la afición blanquiazul.
El Cádiz intentó reaccionar inmediatamente y se propuso llevar la iniciativa con una aproximación de Enrique y un gran remate de Oli que Molina despejó a córner para mantener la ventaja de los blanquiazules en el marcador, que peligró por momentos. El Deportivo aguantó las acometidas de los andaluces aunque se encontró con un problema inesperado a la hora de dominar la contienda, porque el madrileño Víctor Sánchez, que jugaba su tercer encuentro de la temporada después de permanecer en el dique seco desde el verano, volvió a lesionarse. Enfrente, Víctor Espárrago movió banquillo para refrescar su ataque con la entrada de su compatriota Fabián Estoyanoff en detrimento de Oli, pero los coruñeses supieron sufrir para engancharse a la zona noble de la clasificación antes del derbi con el Celta de Vigo.
Ficha técnica del partido
Deportivo de La Coruña, 1: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Juanma, Capdevila; Víctor (Iván Carril, m.61), Sergio (Scaloni, m.81), Duscher, Munitis; Valerón y Tristán (Taborda, m.72)
Cádiz, 0: Armando; Varela, De la Cuesta (Abraham Paz, m.45), De Quintana, Mario Silva; Fleurquin, Suárez; Enrique, Pavoni, Iván Ania (Sesma, m.37); y Oli (Estoyanoff, m.62)
Gol: 1-0; m.50: Tristán
Árbitro: Velasco Carballo (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Abraham Paz (m.52) y Fleurquin (m.72) por parte del Cádiz; y a Manuel Pablo (m.94) por parte del Deportivo
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada del Campeonato Nacional de Liga, disputado en el estadio municipal de Riazor ante unos 15.000 espectadores
Cádiz, 0: Armando; Varela, De la Cuesta (Abraham Paz, m.45), De Quintana, Mario Silva; Fleurquin, Suárez; Enrique, Pavoni, Iván Ania (Sesma, m.37); y Oli (Estoyanoff, m.62)
Gol: 1-0; m.50: Tristán
Árbitro: Velasco Carballo (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Abraham Paz (m.52) y Fleurquin (m.72) por parte del Cádiz; y a Manuel Pablo (m.94) por parte del Deportivo
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada del Campeonato Nacional de Liga, disputado en el estadio municipal de Riazor ante unos 15.000 espectadores