El equipo del Ejército dominó el fútbol ruso durante varias temporadas en las que logró el título de liga -2003, 2005 y 2006- y sus jugadores componían la columna vertebral de la selección nacional. No obstante, la irrupción del Zenit San Petersburgo y el Rubín Kazán, sumada a la crisis económica e institucional, le han condenado a un segundo plano.
Primero se desprendió de Vágner Love, máximo goleador de la liga rusa en 2008 con 20 goles en 26 partidos, y de la Copa de la UEFA, con once goles en ocho encuentros la temporada pasada. Su ausencia se notó muchísimo este año, en el que el CSKA quedó relegado a la quinta posición, lo que le dejó fuera de la Liga de Campeones de cara a la temporada 2009-2010. Además, vendió al Chelsea inglés por 21 millones de euros al lateral zurdo Zhirkov, uno de los jugadores en su puesto más deseados del continente tras su gran actuación en la Eurocopa 2008, en la que Rusia alcanzó las semifinales.
Tras la salida del club el técnico ruso Valeri Gazzáev a finales de 2008 el CSKA no ha logrado encontrar la estabilidad y en los últimos doce meses ha tenido tres entrenadores diferentes. Primero fichó al brasileño Zico, que tuvo que romper el contrato con el uzbeko Bunyodkor, pero que nunca logró convencer ni a los directivos ni a la afición y que fue destituido en septiembre pasado.
Cuando el CSKA era tercero, Zico fue reemplazado y le sustituyó el ex técnico sevillista Juande Ramos, que duró solo 47 días en el cargo. Ramos, que fue fichado con el objetivo de clasificar al equipo a la segunda fase, logró varias victorias en liga, pero en la "Champions" sólo logró derrotar al Besiktas y cayó en el estado del Wolsfburgo (3-1) y en casa ante el Manchester United (0-1).
Cuando todo pintaba peor y la afición empezó a tomarla con los jugadores, el club echó a Ramos y designó al joven técnico ruso Leonid Slutski como entrenador, decisión que se ha demostrado acertada. Con Slutski en el banquillo el equipo comenzó a jugar de manera mucho más atrevida y logró la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones por vez primera en toda su historia después de varias participaciones.
Un meritorio empate en Old Trafford (3-3) -iba ganando por 1-3 a falta de ocho minutos para el final-, una clara victoria sobre el Wolsfburgo (2-1) y otra machada en el estadio del Besiktas (1-2) le permitieron colarse entre los grandes de Europa. Gran parte del mérito de la clasificación recae en el interior serbio Krasic, jugador que ha explotado tras varias temporadas en el CSKA y que es titular con Radomir Antic en la selección de Serbia, que se ha clasificado para Sudáfrica. Krasic, que marcó en los tres últimos partidos, se ha convertido en el principal estilete del equipo y es pretendido por varios equipos de Europa. Al igual que la gran promesa del fútbol ruso, Alan Dzágoev, un falso delantero de 19 años que es capaz de marcar, asistir y lanzar las faltas.
El otro jugador clave es el portero, Ígor Akinféev, seguido de cerca por el Manchester United y que es titular indiscutible en la selección desde los 19 años. Akinféev y la defensa eran las principales bazas en las que se cimentaba la fortaleza del equipo, pero en las últimas dos temporadas el gran capitán, el líbero Ignashévich, y los hermanos Berezutsky han bajado escandalosamente su nivel. El centro del campo es integrado por jugadores grises, como el ruso Aldonin o el bosnio Rahimic, aunque el joven Mamáev ha aportado profundidad.
El CSKA confía en que el chileno Mark González, fichado a mitad de temporada del Betis y el mejor centrocampista del equipo, se recupere de sus lesiones y pueda rendir a su nivel en 2010. En cuanto a los delanteros, el checo Necid es limitado con el balón en los pies, pero es un aceptable rematador de cabeza, mientras el brasileño Guillerme apenas ha tenido oportunidades de brillar debido a las lesiones.
El CSKA nunca se ha enfrentado a un equipo español en Liga de Campeones, aunque recientemente derrotó en octubre de 2008 al Deportivo de la Coruña por 3-0 en la capital rusa en la Copa de la UEFA. El equipo ruso suele disputar sus partidos en el estadio olímpico Luzhnikí (84.500 espectadores), encuentros a los que suelen acudir no más de 30.000 aficionados.
Para mediados de febrero se esperan unas temperaturas de entre 10 y 15 grados bajo cero con la posibilidad cierta de nieve, por lo que no se podrá descartar el factor "General invierno".
Alineación tipo:
CSKA Moscú: Akinféev; A. Berezutsky, Ignashévich, V. Berezutsky, Shénnikov; Mark González, Aldonin o Rahimic, Mamáev o Semberas, Krasic; Dzagóev y Necid.