L D (EFE) Destinar una misma instalación a varios deportes, dar mayor protagonismo a las construcciones provisionales, contratar al personal con la antelación justa, disponer los entrenamientos en las mismas sedes que la competición, no construir Villa de Prensa y aceptar sólo el número de voluntarios que realmente se necesite son algunas de las medidas recomendadas por esta comisión, que preside el canadiense Dick Pound, miembro del COI.
Uno de los consejos que supondría una cambio más drástico es el de limitar el recorrido de la antorcha olímpica al territorio del país organizador y a un plazo máximo de cien días desde el encendido de la Llama en Olimpia (Grecia). Las últimas sedes han rivalizado por ofrecer el relevo más espectacular, con trayectos por tierra, mar y aire. La Llama de Atenas, por ejemplo, pasará por todas las ciudades que han sido alguna vez sede olímpica.
De las 119 recomendaciones formuladas hoy, 31 deben ponerse en práctica en Atenas 2004, 60 más en Turín 2006, otras 11 en Pekín 2008, tres en los Juegos de 2010 y las cinco últimas en los de 2012. Estas medidas responden a la inquietud generada entre los dirigentes del COI por el hecho de que el número de personas acreditadas para los Juegos se haya doblado desde las 100.000 de Los Angeles´84 a las 200.000 de Sydney 2000. Entre 1992 y 2000 las comidas que se sirvieron a diario en la Villa de alojamiento de los atletas pasaron de 35.000 a 50.000, los teléfonos fijos, de 13.500 a 20.000 y los coches y furgonetas, de 2.100 a 4.700.
Uno de los consejos que supondría una cambio más drástico es el de limitar el recorrido de la antorcha olímpica al territorio del país organizador y a un plazo máximo de cien días desde el encendido de la Llama en Olimpia (Grecia). Las últimas sedes han rivalizado por ofrecer el relevo más espectacular, con trayectos por tierra, mar y aire. La Llama de Atenas, por ejemplo, pasará por todas las ciudades que han sido alguna vez sede olímpica.
De las 119 recomendaciones formuladas hoy, 31 deben ponerse en práctica en Atenas 2004, 60 más en Turín 2006, otras 11 en Pekín 2008, tres en los Juegos de 2010 y las cinco últimas en los de 2012. Estas medidas responden a la inquietud generada entre los dirigentes del COI por el hecho de que el número de personas acreditadas para los Juegos se haya doblado desde las 100.000 de Los Angeles´84 a las 200.000 de Sydney 2000. Entre 1992 y 2000 las comidas que se sirvieron a diario en la Villa de alojamiento de los atletas pasaron de 35.000 a 50.000, los teléfonos fijos, de 13.500 a 20.000 y los coches y furgonetas, de 2.100 a 4.700.