L D (EFE) Según una nota difundida por el organismo internacional, sus expertos crearán comisiones de trabajo con las federaciones afectadas para elaborar un 'plan B' en caso de que las condiciones aconsejen no disputar una prueba. "Para las pruebas al aire libre que suponen un mínimo de una hora de esfuerzo físico continuo a alto nivel", dice el comunicado antes de enumerar las disciplinas citadas, "las investigaciones realizadas de la Comisión Médica del COI indicaron que puede haber algún riesgo".
"El COI, por tanto, trabajará con las federaciones internacionales para poner en marcha procedimientos que permitan activar un plan B si es necesario. El procedimiento", añade la nota, "incluirá un análisis diario de la calidad del aire y de las condiciones meteorológicas en la sede, la entrega de informes por parte de la Oficina de Protección del Medio Ambiente de Pekín al COI y a las federaciones, y la decisión conjunta del COI y de la federación de posponer la prueba si es necesario".
El Comité Olímpico Internacional subraya, sin embargo, que ha analizado detenidamente todos los valores sobre la calidad del aire registrados entre el 8 y el 29 de agosto de 2007 -un año antes de los Juegos- y ninguno de ellos resultó preocupante. "Esta conclusión viene avalada por el hecho de que ninguno de los médicos que atendieron a los equipos durante las pruebas test de agosto de 2007 informaron al COI de problemas de salud relacionados con la calidad del aire", señala la nota. Tampoco hubo incidentes reseñables durante los Mundiales de Atletismo Júnior de agosto de 2006.
El sueco Arne Ljungqvist, presidente de la Comisión Médica del COI, señala que el análisis de los datos "indica que la salud de la gran mayoría de los atletas que competirán en los Juegos no se verá deteriorada". "Puede ser que algunas pruebas no se disputen en unas condiciones óptimas -lo cual es una realidad en todas las competiciones deportivas- y que no se batan récords en Pekín. Sin embargo", se consuela, "en los Juegos se trata de competir en el espíritu olímpico más que de batir récords". "En los pocos deportes en los que vemos un posible riesgo, estaremos atentos a la situación diariamente y tomaremos cualquier decisión que sea necesaria para asegurar la protección de la salud de los atletas", asegura Ljungqvist.
Las noticias alarmantes sobre los altos índices de contaminación en Pekín, más las revueltas en el Tibet y la violenta represión de las manifestaciones, están empañando la preparación de los Juegos Olímpicos, que se inaugurarán el próximo 8 de agosto en la capital china.