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Los deportistas españoles desafían al COI tras el "respeto" mostrado por Alejandro Blanco

Nueva muestra de insensibilidad a la tragedia de Barajas. Después de que la Federación Danesa de Fútbol 'obligara' a la Española a disputar el amistoso en Copenhague, el COI denegaba la petición del Comité Olímpico Español de izar la bandera española a media asta en la Villa Olímpica de Pekín y tampoco permitía guardar un minuto de silencio en los partidos ni portar un crespón negro. Aunque Alejandro Blanco, presidente del COE, decía que "somos respetuosos con las normas", los deportistas españoles desafiaban el veto del organismo internacional portando brazaletes negros.

(LIbertad Digital) Tanto Alejandro Blanco como el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se pusieron a la tarea de solicitar al COI autorización para recordar a las víctimas del siniestro de Barajas con una serie de gestos. El COE pidió permiso para que la bandera ondeara a media asta en la Villa de los atletas; que sus deportistas portaran crespones negros durante la competición y que en todos los escenarios donde participaban se guardara un minuto de silencio.

El COI denegó el permiso, primero de forma verbal y luego por escrito, en una nota enviada al Comité Olímpico Español por su director ejecutivo para los Juegos, Gilbert Felli. Felli informaba a la delegación española de que sólo se autorizaba un "acto recordatorio" en la Villa de los atletas, que no incluyera la colocación de la bandera a media asta, y que se denegaba el permiso para el resto de actividades propuestas. Sin embargo, el COE optó por guardar el minuto de silencio en la Casa de España ante las dificultades para emitir con tiempo las acreditaciones a los periodistas para su acceso a la Villa, según ha relatado Blanco.

Felli, después de dar el pésame en nombre del COI al COE, explicaba que el rechazo de la solicitud española para llevar a cabo el resto de actividades en memoria de las víctimas se basa en que también se denegó el permiso a otros países que presentaron propuestas similares por distintas razones, como es el caso de Estados Unidos, Georgia o Zambia. "No podemos adoptar decisiones distintas", ya que, según Felli, serían motivo "de agravio comparativo". Felli no ha detallado qué delegaciones pidieron tales permisos, pero sí lo hacía después Alejandro Blanco en la Casa de España.

Según relataba el presidente del COE, el máximo organismo olímpico internacional no ha admitido con anterioridad en estos Juegos que hubiera símbolos de duelo por el asesinato en la Torre del Tambor, un monumento en el centro de Pekín, de un familiar del entrenador de Estados Unidos de voleibol; ni por el fallecimiento del presidente de Zambia, Levy Mwanawasa; ni tampoco por el conflicto bélico desatado entre Rusia y Georgia. "Nosotros lo hemos solicitado y lo hemos debatido esta mañana con el COI y somos respetuosos con su decisión de no permitirlo", indicaba Blanco al, tiempo que reconoce que esa prohibición "no es para estar contentos".

Sin embargo, los deportistas españoles han decidido aceptar el veto del COI a medias. Primero fueron las tres corredoras de los 20 kilómetros marcha las que decidieron competir con cintas negras en los brazos; siguieron los atletas David Gómez y Ruth Beitia y los regatistas Fernando Echávarri y Antón Paz, oro en Tornado de vela, que portaban la misma señal de duelo cuando subieron al podio a recibir las medallas.

Los deportistas manifestaron su más sentido pésame por las víctimas del accidente, y Echávarri y Paz dedicaron el oro a todos los familiares de las personas fallecidas en el accidente. Sobre la decisión de los atletas españoles de lucir cintas negras, Alejandro Blanco ha comentado que tampoco están permitidas. Permiso o no, los deportistas españoles han retado al mismísimo COI para estar al lado de los familiares de las víctimas del accidente aéreo de Barajas.

 

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