El Celta hace historia en Milán al clasificarse para octavos (1-2)

L D (EFE) El Celta sólo tenía un resultado útil para pasar a octavos: el triunfo y con esperar que el Ajax no ganase en Brujas. Es decir, se esperaba un Celta con hambre y rabioso. Sin embargo, los primeros cuarenta minutos del cuadro vigués fueron decepcionantes. Se fue siempre a remolque del rival y perdía demasiado pronto el balón en el centro del campo, no sabiendo romper la maraña montada por el Milán. Sufría en exceso y vivía al borde del k.o. Ello ante un Milán B, pese a que no le guste esta denominación a Carlo Ancelotti, que resultó apañado, con un muy activo Seedorf y un Serginho que, en su vuelta tras una grave lesión, rompía con sus subidas por la izquierda. Sobre el irregular césped de San Siro se veía el mismo decepcionante Celta de las negativas actuaciones de la Liga española y la necesidad de ganar a un Milán ya clasificado y con la mente en la Copa Interncontinental.

 

Los de Lotina, que no se acercaban ni por asomo a la meta local, bien pueden dar gracias a Cavallero de no haberse despedido casi de forma definitiva del "milagro" de la clasificación. Y ello pese a saber que desde el minuto 22 el Brujas estaba derrotando al Ajax. El meta argentino salvó a su equipo de encajar el primer tanto en tres ocasiones: remate de cabeza y disparo de Borriello (m.15 y 17), y punterazo de Seedorf (m.33) que desvió Sylvinho y estuvo cerca de despistar al meta. El cántaro iba tanto a la fuente que terminó por romperse. La joven estrella brasileña Kaká, muy desmarcado, recibió una asistencia de Redondo, que se iba entonando según pasaban los minutos, y de fuerte disparo alojó el balón por la escuadra de la meta visitante (m.40). Para su fortuna, la reacción del Celta fue inmediata: un minuto después, Jesuli, en bella acción individual, alojó el balón en la portería milanista en el primer disparo del cuadro vigués a la meta rival.

Al menos, el equipo español se iba al descanso con las esperanzas aún abiertas, pese a saber que el Ajax también había empatado en ese momento. Eso sí, la segunda mitad debía ver un Celta distinto, aunque lo primero que cambio fue la alineación milanista, al salir Rui Costa y Tomasson por Seedorf y Kaká. El Milán, evidentemente, pensaba cada vez más en Yokohama También se vio de salida un Celta más ambicioso, que buscaba las bandas y se movía con un mayor criterio, y que rozó el gol una buena internada de Juanfran que falló en lo más importante, el alojar el balón en la meta rival (m.52) en su mano a mano ante Abbiati. La respuesta del Milán tardó cuatro minutos, cuando Cavallero volvió a ganar la partida a Borriello. El partido estaba roto. Las ocasiones del Celta se sucedieron a continuación, con Sylvinho que envió fuera por poco un saque directo de falta, y con Jesuli, que solo envió alto su volea. Pero el "milagro" no tardaría en llegar y tuvo como protagonista a José Ignacio, que desmarcado dentro del área recibió de Luccin y, pese a fallar en el primer intento, tuvo tiempo para tocar lo justo para batir a Abbiati.

Ficha técnica del partido