L D (EFE) El Valladolid destrozó al Cangas en la primera parte, amparándose en el acierto de Sierra en la portería, en los rápidos contragolpes y los lanzamientos exteriores del cubano Julio Fis en el ataque posicional. Con 6 minutos de juego, el conjunto visitante vencía por tres goles en O Gatañal (2-5). Esa cómoda ventaja la fue ampliando con el paso de los minutos (8-12 minuto 19 o 11-17 en el minuto 29).
El Cangas era incapaz de superar el sistema defensivo 5-1 visitante: la primera línea, sin apenas tiro exterior, se atascaba con la circulación de la pelota, y Sierra paraba con comodidad los lanzamientos de los extremos.
El Valladolid llegó al descanso con una diferencia de seis goles en el marcador (11-17). Pero todo cambió en la segunda mitad. La relajación del equipo visitante, que veía el partido ganado, se estrelló contra la reacción local.
El Cangas cambió su defensa a 5-1, con Ugalde de avanzado, y la mejora defensiva fue notable. El Valladolid empezó a perder muchas pelotas, el técnico Juan Carlos Pastor sentó al cubano Fis -que había sido decisivo en la primera parte- y el Cangas fue minuto a minuto recortando la desventaja del marcador, hasta ponerse a sólo un gol en el minuto 45 (20-21).
El Valladolid pidió tiempo muerto, pero no cortó el buen juego del Cangas. Los tiros de Paco López o Muratovic desde fuera y de Suso Soliño desde el extremo guiaron al equipo de O Morrazo hasta un final de infarto. Desde la igualada del minuto 46 (21-21) el partido fue una sucesión de empates, pese a una tímida mejoría pinciana (23-25, minuto 51).
El partido entró con empate (28-28) en el último minuto, y con el Valladolid jugando en inferioridad por exclusión de Garabaya; marcó el Cangas cuando faltaban treinta segundos para la conclusión pero la mala defensa de los gallegos permitió un rápido gol del Valladolid a diez segundos del pitido final.
El reparto de puntos mantiene al Valladolid quinto en la clasificación y al Frigoríficos séptimo.
El Cangas era incapaz de superar el sistema defensivo 5-1 visitante: la primera línea, sin apenas tiro exterior, se atascaba con la circulación de la pelota, y Sierra paraba con comodidad los lanzamientos de los extremos.
El Valladolid llegó al descanso con una diferencia de seis goles en el marcador (11-17). Pero todo cambió en la segunda mitad. La relajación del equipo visitante, que veía el partido ganado, se estrelló contra la reacción local.
El Cangas cambió su defensa a 5-1, con Ugalde de avanzado, y la mejora defensiva fue notable. El Valladolid empezó a perder muchas pelotas, el técnico Juan Carlos Pastor sentó al cubano Fis -que había sido decisivo en la primera parte- y el Cangas fue minuto a minuto recortando la desventaja del marcador, hasta ponerse a sólo un gol en el minuto 45 (20-21).
El Valladolid pidió tiempo muerto, pero no cortó el buen juego del Cangas. Los tiros de Paco López o Muratovic desde fuera y de Suso Soliño desde el extremo guiaron al equipo de O Morrazo hasta un final de infarto. Desde la igualada del minuto 46 (21-21) el partido fue una sucesión de empates, pese a una tímida mejoría pinciana (23-25, minuto 51).
El partido entró con empate (28-28) en el último minuto, y con el Valladolid jugando en inferioridad por exclusión de Garabaya; marcó el Cangas cuando faltaban treinta segundos para la conclusión pero la mala defensa de los gallegos permitió un rápido gol del Valladolid a diez segundos del pitido final.
El reparto de puntos mantiene al Valladolid quinto en la clasificación y al Frigoríficos séptimo.