En un partido donde la victoria era el único objetivo, los de Ivanovic no supieron rematar al Prokom tras cobrar once puntos de ventaja en el arranque del segundo tiempo y terminaron por ceder de nuevo un partido en el Buesa Arena.
El Baskonia tiene que empezar a tirar de calculadora para alcanzar la siguiente fase y deberá ganar los tres partidos que restan, ante Khimki y Partizán en Vitoria, y en la visita a Kaunas, además de poner a su favor la diferencia de puntos con rusos y serbios. Además deberá mirar también los enfrentamientos de sus rivales directos para poder tener resultados favorables.
Caja Laboral y Prokom se enfrascaron en el duelo sin ninguna tensión sobre la pista y esto se tradujo en un intercambio de canastas en el primer cuarto (24-20), donde destacaron los siete puntos de Haislip y San Emeterio y los seis de Barac. No cambió de rumbo el partido con un Baskonia incómodo en la cancha incapaz de marcar distancias. El Asseco Prokom llegó a adelantarse (32-34, m.17), pero los de Ivanovic lo arreglaron con un parcial de 7-0 que les concedió la ventaja en el intermedio (39-34).
La reanudación fue una montaña rusa en la que el Caja Laboral pasó de ganar por once (45-34) con una salida en tromba a colapsarse en ataque, perder la claridad de ideas y verse por detrás en el luminoso (47-49, m.27). Con todo por decidir comenzó el cuarto final con los polacos por delante (56-57) ante un Baskonia incapaz de coger el pulso al partido. Las alarmas rojas saltaron cuando el Prokom llegó a los seis puntos de ventaja: 58-64 a falta de siete minutos.
Ivanovic recurrió de nuevo a la táctica de un único hombre grande en pista, pero no tuvo el efecto de otras tardes. Los polacos aguantaron el pulso y alcanzaron su máxima renta: 65-75 a menos de tres minutos. Las prisas aceleraron al Caja Laboral, que se acercó a cuatro puntos en el minuto final (73-77). Ribas erró una bandeja que fue la losa que enterró las opciones de victoria vitorianas.