L D (EFE) Los vallisoletanos tenían prácticamente asegurado el pase a octavos de final y, por este motivo, tuvieron serias dificultades para arrancar, notándose en demasía la ausencia de jugadores titulares como Chema Rodríguez o Garabaya, a los que el técnico Juan Carlos Pastor tuvo que sacar en el minuto 12.
No sería hasta pasado el minuto 7 cuando los locales lograban el primer gol de la mano de Víctor Hugo, puesto que en los primeros compases del partido, la concentración defensiva y el acierto en el ataque no formaron parte del juego, lo que aprovechó el Skopje para adquirir moral y lograr una ventaja de cuatro goles (3-7) en el minuto 12. Pastor decidió entonces hacer jugar a Chema y Garabaya, un revulsivo que se hizo evidente en el electrónico, ya que los españoles redujeron diferencias hasta superar a los macedonios (10-9) en el minuto 20, lo que cambió por completo la lectura del choque en ambos bandos.
Jovica Cvetkovic, técnico del Skopje, quiso apretar a sus pupilos y, después de solicitar un tiempo muerto con una desventaja de dos tantos (13-11) en el minuto 24, logró que su equipo volviera a recuperar el dominio en el marcador, con lo que se llegó al descanso con una diferencia de dos goles (15-17) a su favor. Pastor les debió leer la cartilla a sus jugadores, que estaban ofreciendo un juego insulso y, con los más jóvenes como protagonistas -Juárez fue el máximo anotador de su equipo junto a Gull, con 6 goles y Dani Velasco logró 3-, fueron cogiendo moral para poco a poco aumentar las diferencias respecto a su rival.
Zubiría, que se mostró muy seguro durante la mayor parte del encuentro y Sierra, que llegó a parar 3 penaltis de los 4 en los que salió a la cancha, también fueron determinantes a la hora de que el BM Valladolid recuperara su juego y se hiciera con el dominio del partido. De esta forma, con un equipo conjuntado, organizado y con ganas de obtener el pase gracias a una nueva victoria, los macedonios fueron perdiendo fuelle para terminar cayendo de nuevo, aunque lucharon desde el inicio del partido y no tiraron la toalla hasta que los colegiados pitaron el final.
No sería hasta pasado el minuto 7 cuando los locales lograban el primer gol de la mano de Víctor Hugo, puesto que en los primeros compases del partido, la concentración defensiva y el acierto en el ataque no formaron parte del juego, lo que aprovechó el Skopje para adquirir moral y lograr una ventaja de cuatro goles (3-7) en el minuto 12. Pastor decidió entonces hacer jugar a Chema y Garabaya, un revulsivo que se hizo evidente en el electrónico, ya que los españoles redujeron diferencias hasta superar a los macedonios (10-9) en el minuto 20, lo que cambió por completo la lectura del choque en ambos bandos.
Jovica Cvetkovic, técnico del Skopje, quiso apretar a sus pupilos y, después de solicitar un tiempo muerto con una desventaja de dos tantos (13-11) en el minuto 24, logró que su equipo volviera a recuperar el dominio en el marcador, con lo que se llegó al descanso con una diferencia de dos goles (15-17) a su favor. Pastor les debió leer la cartilla a sus jugadores, que estaban ofreciendo un juego insulso y, con los más jóvenes como protagonistas -Juárez fue el máximo anotador de su equipo junto a Gull, con 6 goles y Dani Velasco logró 3-, fueron cogiendo moral para poco a poco aumentar las diferencias respecto a su rival.
Zubiría, que se mostró muy seguro durante la mayor parte del encuentro y Sierra, que llegó a parar 3 penaltis de los 4 en los que salió a la cancha, también fueron determinantes a la hora de que el BM Valladolid recuperara su juego y se hiciera con el dominio del partido. De esta forma, con un equipo conjuntado, organizado y con ganas de obtener el pase gracias a una nueva victoria, los macedonios fueron perdiendo fuelle para terminar cayendo de nuevo, aunque lucharon desde el inicio del partido y no tiraron la toalla hasta que los colegiados pitaron el final.