L D (EFE) En la primera amarilla (minuto 52), el árbitro del encuentro, Pedro Tristante Oliva -el mismo que el del polémico penalti en el Bernabéu en el Real Madrid-Valencia-, mostró una cartulina amarilla a Motta "por derribar a un adversario con el pie", según recoge el acta arbitral, jugada en la que el infractor podría resultar Philip Cocu.
En la segunda amarilla (minuto 75), el acta recoge llanamente que el jugador barcelonista "derriba a un adversario", cuando en esta ocasión sí que queda claro que el infractor es Oleguer Presas, mientras que Motta, en la misma jugada, corría a unos cinco metros por detrás de los dos jugadores que disputaban la pelota.
Ante estas evidencias, el Barcelona considera que el Comité de Competición no pondrá ningún reparo contra la presunción de veracidad del acta arbitral y que eliminará las dos amarillas al ítalo-brasileño. Además, el Barcelona presenta un vídeo con las dos jugadas. Thiago Motta no ha tenido mucha fortuna esta temporada. El pasado 16 de septiembre, tras un mes en el dique seco, el jugador se entrenó finalmente con normalidad tras unas complicaciones que surgieron después de ser intervenido de amigdalitis un mes antes.
Como consecuencia de aquel proceso de recuperación, el jugador perdió seis kilos de peso, tras un cuadro de vómitos y fiebre, además de perder mucha sangre. En su debut liguero, el 28 de septiembre, contra el Atlético de Madrid en el Calderón (0-0), el jugador acabó expulsado por una doble amonestación (minuto 77), después de haber salido de titular. Contra el Valencia cumplió el partido de sanción y regresó al siguiente partido, contra el Deportivo (0-2). El técnico barcelonista, Frank Rijkaard, siempre ha tenido en buena consideración al jugador y cuando ha podido lo ha incluido en el equipo titular.
Así, también jugó contra el Mallorca (1-3), Murcia (3-0), mientras que en el siguiente encuentro, frente a la Real Sociedad en Anoeta (3-3) además de marcar un gol volvió a acabar otra vez en el banquillo tras una expulsión (minuto 79) que indignó al técnico, quien criticó la actitud del jugador en el campo. Regresó a la titularidad en la duodécima jornada contra el Villarreal fuera (2-1), Valladolid (0-0), Málaga (5-1) y Madrid (1-2); hasta que Rijkaard empezó a buscar soluciones urgentes con movimientos de jugadores.
Una rotura del ligamento lateral externo del tobillo derecho el 14 de diciembre en un entrenamiento le llevó nuevamente al destierro, ya que estuvo algo más de un mes baja. Rijkaard lo pudo haber recuperado para el duelo ante el Atlético de Madrid (3-1), pero una recuperación meteórica de Philip Cocu impidió la alineación del ítalo-brasileño, quien sí que salió finalmente en el equipo titular en el Valencia-Barca (0-1), gracias a la sanción de Edgar Davids, aunque acabó agotado el encuentro y cedió su lugar a Gerard López, autor del gol de la victoria.
En Riazor, Thiago Motta entró en el segundo tiempo para sustituir a Edgar Davids, quien en el minuto 44 había visto una amarilla por una entrada a un rival a destiempo en el centro del campo. Rijkaard apostó por Motta en la segunda mitad en lugar de su compatriota, con la finalidad de no arriesgar con un jugador un poco alterado como era el caso de Davids. A pesar de ello, Motta nunca hubiese imaginado que media hora después acabaría dejando el campo por una expulsión a consecuencia de dos amarillas en las que él no protagonizó ninguna de las dos faltas.
En la segunda amarilla (minuto 75), el acta recoge llanamente que el jugador barcelonista "derriba a un adversario", cuando en esta ocasión sí que queda claro que el infractor es Oleguer Presas, mientras que Motta, en la misma jugada, corría a unos cinco metros por detrás de los dos jugadores que disputaban la pelota.
Ante estas evidencias, el Barcelona considera que el Comité de Competición no pondrá ningún reparo contra la presunción de veracidad del acta arbitral y que eliminará las dos amarillas al ítalo-brasileño. Además, el Barcelona presenta un vídeo con las dos jugadas. Thiago Motta no ha tenido mucha fortuna esta temporada. El pasado 16 de septiembre, tras un mes en el dique seco, el jugador se entrenó finalmente con normalidad tras unas complicaciones que surgieron después de ser intervenido de amigdalitis un mes antes.
Como consecuencia de aquel proceso de recuperación, el jugador perdió seis kilos de peso, tras un cuadro de vómitos y fiebre, además de perder mucha sangre. En su debut liguero, el 28 de septiembre, contra el Atlético de Madrid en el Calderón (0-0), el jugador acabó expulsado por una doble amonestación (minuto 77), después de haber salido de titular. Contra el Valencia cumplió el partido de sanción y regresó al siguiente partido, contra el Deportivo (0-2). El técnico barcelonista, Frank Rijkaard, siempre ha tenido en buena consideración al jugador y cuando ha podido lo ha incluido en el equipo titular.
Así, también jugó contra el Mallorca (1-3), Murcia (3-0), mientras que en el siguiente encuentro, frente a la Real Sociedad en Anoeta (3-3) además de marcar un gol volvió a acabar otra vez en el banquillo tras una expulsión (minuto 79) que indignó al técnico, quien criticó la actitud del jugador en el campo. Regresó a la titularidad en la duodécima jornada contra el Villarreal fuera (2-1), Valladolid (0-0), Málaga (5-1) y Madrid (1-2); hasta que Rijkaard empezó a buscar soluciones urgentes con movimientos de jugadores.
Una rotura del ligamento lateral externo del tobillo derecho el 14 de diciembre en un entrenamiento le llevó nuevamente al destierro, ya que estuvo algo más de un mes baja. Rijkaard lo pudo haber recuperado para el duelo ante el Atlético de Madrid (3-1), pero una recuperación meteórica de Philip Cocu impidió la alineación del ítalo-brasileño, quien sí que salió finalmente en el equipo titular en el Valencia-Barca (0-1), gracias a la sanción de Edgar Davids, aunque acabó agotado el encuentro y cedió su lugar a Gerard López, autor del gol de la victoria.
En Riazor, Thiago Motta entró en el segundo tiempo para sustituir a Edgar Davids, quien en el minuto 44 había visto una amarilla por una entrada a un rival a destiempo en el centro del campo. Rijkaard apostó por Motta en la segunda mitad en lugar de su compatriota, con la finalidad de no arriesgar con un jugador un poco alterado como era el caso de Davids. A pesar de ello, Motta nunca hubiese imaginado que media hora después acabaría dejando el campo por una expulsión a consecuencia de dos amarillas en las que él no protagonizó ninguna de las dos faltas.