(Libertad Digital) La diferencia entre ambos equipos ha vuelto a quedar patente y se ponía aún más de manifiesto a raíz de la impugnación del partido de ida por parte del Espanyol, recibida en el Barcelona como una motivación extra para este choque de vuelta. Por si quedaban dudas, los de Frank Rijkaard abrieron el melón a las primeras de cambio. Enchufado desde el pitido inicial y ansioso por olvidar cuanto antes su mala actuación en el Mundial de Alemania, Ronaldinho abrió el fuego en el segundo minuto. Encaró a Sergio Sánchez, un central convertido a lateral derecho, y puso un soberbio balón al área que Xavi remató de forma espectacular con la cabeza para marcar el primer gol de la noche.
Y es que a los azulgrana les ayudó enormemente el planteamiento de Ernesto Valverde. El técnico del Espanyol desnaturalizó a su equipo desde la alineación, sentando a Luis García y a De la Peña para formar un bloque muy plano que se vio desarbolado, sin recursos para frenar la avalancha azulgrana y sin ímpetu para conducir el partido hacia una vertiente más física, como había hecho en el partido de ida. Cuando el cuadro 'periquito' aún buscaba su camino, el Barcelona marcó el segundo gol. Habían transcurrido sólo 12 minutos cuando Xavi habilitó a Belletti con una pared muy precisa y el lateral brasileño alcanzó la línea de fondo para tirar el pase de la muerte hacia Deco, que llegaba desde atrás y sólo tuvo que concluir la jugada. Lo hubiera podido hacer Xavi o Eto'o, también llegados en la incorporación ante la pasividad de la defensa rival.
Desfigurado el Espanyol, el Barça fue un equipo fiel a su patrón de juego. Funcionó con solvencia a las órdenes de Xavi, sostenido por Deco y entregado a la fantasía de Ronaldinho y Messi, reconciliados ambos con el juego imaginativo después de su más que discreto Mundial. Prometía el partido una goleada mayúscula, nacida al calor del intento del Espanyol por impugnar el partido de ida, pero los ánimos se calmaron después del segundo gol. Los locales levantaron el pie del acelerador y se perdieron en un juego fantasioso pero poco eficaz. El Espanyol aprovechó la tregua para colocarse mejor sobre el césped, tapar algunas vías de agua y alcanzar el descanso de la manera más digna posible.
Resuelta ya la Supercopa de España, Rijkaard dio entrada a Gudjohnsen y Thuram en sustitución de Eto'o y Márquez para hacerles debutar en el Camp Nou ante el jolgorio de la grada, que festejó a lo grande el tercer gol de su equipo. Fue en un espectacular remate de tijera a cargo de Deco (m.61). Volvió Belletti a recorrer sin demasiada oposición su banda para colgar un balón al área chica de Kameni, y volvió a aparecer el internacional portugués, que enganchó la pelota al vuelo para recibir la ovación de la hinchada. El tercer tanto cerró definitivamente el partido para alivio del Espanyol, impotente desde el calentamiento hasta el pitido final. El Barça, en cambio, se fue tan feliz a la ducha.
Y es que a los azulgrana les ayudó enormemente el planteamiento de Ernesto Valverde. El técnico del Espanyol desnaturalizó a su equipo desde la alineación, sentando a Luis García y a De la Peña para formar un bloque muy plano que se vio desarbolado, sin recursos para frenar la avalancha azulgrana y sin ímpetu para conducir el partido hacia una vertiente más física, como había hecho en el partido de ida. Cuando el cuadro 'periquito' aún buscaba su camino, el Barcelona marcó el segundo gol. Habían transcurrido sólo 12 minutos cuando Xavi habilitó a Belletti con una pared muy precisa y el lateral brasileño alcanzó la línea de fondo para tirar el pase de la muerte hacia Deco, que llegaba desde atrás y sólo tuvo que concluir la jugada. Lo hubiera podido hacer Xavi o Eto'o, también llegados en la incorporación ante la pasividad de la defensa rival.
Desfigurado el Espanyol, el Barça fue un equipo fiel a su patrón de juego. Funcionó con solvencia a las órdenes de Xavi, sostenido por Deco y entregado a la fantasía de Ronaldinho y Messi, reconciliados ambos con el juego imaginativo después de su más que discreto Mundial. Prometía el partido una goleada mayúscula, nacida al calor del intento del Espanyol por impugnar el partido de ida, pero los ánimos se calmaron después del segundo gol. Los locales levantaron el pie del acelerador y se perdieron en un juego fantasioso pero poco eficaz. El Espanyol aprovechó la tregua para colocarse mejor sobre el césped, tapar algunas vías de agua y alcanzar el descanso de la manera más digna posible.
Resuelta ya la Supercopa de España, Rijkaard dio entrada a Gudjohnsen y Thuram en sustitución de Eto'o y Márquez para hacerles debutar en el Camp Nou ante el jolgorio de la grada, que festejó a lo grande el tercer gol de su equipo. Fue en un espectacular remate de tijera a cargo de Deco (m.61). Volvió Belletti a recorrer sin demasiada oposición su banda para colgar un balón al área chica de Kameni, y volvió a aparecer el internacional portugués, que enganchó la pelota al vuelo para recibir la ovación de la hinchada. El tercer tanto cerró definitivamente el partido para alivio del Espanyol, impotente desde el calentamiento hasta el pitido final. El Barça, en cambio, se fue tan feliz a la ducha.
En el estreno de la temporada en el Camp Nou, el público azulgrana encontró a su equipo tan fresco como lo había dejado en el mes de mayo, con una plantilla solvente y reforzada que promete seguir instalada en el éxito durante unos cuantos años más. De momento ya ha igualado las siete Supercopas de España del Real Madrid y va camino de convertirse en el 'rey' de este trofeo, al menos viendo el panorama actual en lo que se refiere al fútbol en nuestro país.
Ficha técnica del partido
FC Barcelona, 3: Jorquera; Belletti, Márquez (Thuram, m.46), Puyol, Van Bronckhorst; Motta (Iniesta, m.68), Deco, Xavi; Messi, Ronaldinho y Eto'o (Gudjohnsen, m.46)
RCD Espanyol, 0: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Lacruz (Marc Torrejón, m.57), Zabaleta; Costa, Fredson, Rufete, Moha (Riera, m.63); Coro (Luis García, m.57) y Pandiani
Goles: 1-0, m.2: Xavi, de cabeza; 2-0, m.12: Deco; 3-0, m.61: Deco, con un gran remate de media volea
Árbitro: Mejuto González (Colegio asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los visitantes Lacruz (m.33), Pandiani (m.46) y Jarque (m.65), así como al local Motta (m.41)
Incidencias: Partido de vuelta de la Supercopa de España disputado en el Camp Nou ante cerca de 60.000 espectadores. El Barcelona obtuvo su séptima Supercopa de España