El Barcelona logra una gran remontada ante el Olympiacos que le garantiza el liderato de grupo en la Euroliga (67-74)

L D (EFE) La clave del triunfo fue demostrar que el equipo catalán tiene más armas que el recurso de Juan Carlos Navarro, que anotó un solo punto. Los barcelonistas, que perdían por diecinueve puntos en el minuto 24, fueron capaces de darle la vuelta al marcador y protagonizar un parcial en el último cuarto de 10-28 que resultó definitivo.

Otros factores que explican el triunfo del Winterthur Barcelona ante un equipo que sólo había caído en el Palau Blaugrana y por tan sólo cuatro puntos de diferencia es el acierto desde el perímetro de Gianluca Basile, Roger Grimau y Michalis Kakiouzis en esa fase decisiva de partido en la que, además, los azulgrana lograron ajustar una defensa que, hasta entonces, les había dado muchos problemas.

El momento clave fue cuando Dusko Ivanovic vio claro, con los suyos diecinueve puntos por debajo (54-35, min.24), que Juan Carlos Navarro no le iba a dar la victoria y apostó por un perímetro formado inicialmente por Shammond Williams, Grimau y Basile, que mejoró con un cambio de base y la entrada en pista de Ed Cota, que protagonizó su mejor partido desde que fichó como barcelonista. El partido había transcurrido sin embargo por unos cauces muy distintos en sus inicios, en los que la fortísima defensa del conjunto griego provocó el colapso del ataque azulgrana durante prácticamente toda la primera mitad, con marcadores provisionales que reflejaron diferencias de hasta dieciocho puntos (33-15, min.12).

Esa actitud defensiva del Olympiacos conllevó numerosas pérdidas en ataque del Winterthur Barcelona, mientras toda la ofensiva de los jugadores de Jonas Kazlauskas pasaba de inicio por las manos del ex azulgrana Andrija Zizic. Dusko Ivanovic, que había salido con Gregor Fucka y Jordi Trías como pareja de pívots, tuvo que sustituirles a los cinco minutos de juego por Michalis Kakiouzis y Denis Marconato para buscar solución a la sangría bajo aros. Al término del primer cuarto, el Olympiacos tenía superada con holgura la diferencia de cuatro puntos por la que había caído en la primera vuelta en el Palau Blaugrana.

En el segundo periodo llegó esa máxima provisional de dieciocho puntos tras la que el Winterthur Barcelona reaccionó con un parcial de 0-11 que puso el marcador en un 33-26. La clave había sido que el equipo de Dusko Ivanovic le había puesto una velocidad más a su juego, aunque también el buen trabajo en defensa de Fucka y Kakiouzis para frenar en la pintura a Sofoklis Schortsanitis. Los problemas llegaron con el regreso a la pista de Andrija Zizic y una nueva exhibición defensiva del Olympiacos, con los que llegó un nuevo parcial de 6-0 favorable al conjunto griego que dio paso al 43-33 con el que se llegó al descanso y gracias a un triple en el último segundo de Shammond Williams.

El equipo de Jonas Kazlauskas había anulado a Juan Carlos Navarro, que sólo anotó un punto y de tiro libre en los veinte primeros minutos, y visto el fruto obtenido con esa táctica el objetivo heleno era repetirla en la segunda mitad, aunque ese fue su gran error. Los jugadores de Olympiacos desestimaron al resto del perímetro barcelonista y los triples de Basile especialmente, pero también de Kakiouzis y Basile, cuyo trabajo en defensa fue también fundamental para arreglar la defensa azulgrana, pusieron al Winterthur Barcelona por primera vez por delante a cinco minutos para el final (63-64).

El equipo de Jonas Kazlauskas estaba desquiciado y, como Tyus Edney tampoco tenía el día, acabó entregando el partido a un rival que, con el triunfo, se aseguraba la primera plaza del grupo a falta de una última jornada intrascendente en la que recibirá la visita al Palau Blaugrana del Unicaja.