(Libertad Digital) Empezó bien el Atlético, que llegaba empeñado en mantener la costumbre de ganar en el Camp Nou. Comenzó revolucionado el bloque de Javier Aguirre, filtrándose entre las grietas de un Barça atónito. Fue un equipo agresivo y rápido, pero efervescente porque al primer obstáculo, se derrumbó sin remedio. El punto de inflexión llegó en el momento más inesperado, a los 15 minutos. Messi, revoltoso en su banda, colgó un balón al área del Atlético, sin dificultad para Abbiati. Pero el portero italiano falló en el blocaje y dejó la pelota mansamente a los pies de un Deco que sólo tuvo que empujarla para marcar el primer gol de la tarde.
Ocurre con algunos porteros suplentes, un manojo de nervios en partidos de cierta enjundia. Abbiati fue el mejor ejemplo. Su error fue decisivo porque desmanteló al equipo, contagiado de la irregularidad de su guardameta. El Atlético se quebró y quedó convertido en un equipo frágil, desbordado y sin recursos. No hubo rastro del once inicial que había asfixiado al Barça en los primeros compases del partido. Tampoco de Forlán o Agüero, sustituido en la segunda parte con más pena que gloria.
Apareció Ronaldinho, de vuelta en el Camp Nou tras 20 días de ausencia, y combinó con Messi, el nuevo ídolo del estadio barcelonista. Y entre ambos, en un palmo de terreno, fabricaron el 2-0. En el vértice derecho del área atlética, el argentino, autor de ocho goles en los seis últimos partidos, conectó un disparo seco y exacto a la base del palo izquierdo de Abbiati. Resignado, el Atlético capituló. No tuvo capacidad de respuesta y tampoco hubo noticias en Can Barça de sus mejores hombres, con Agüero en el banquillo y Forlán diluido. Aguirre intentó reactivar a los suyos con la rapidez de Maxi y Luis García, pero la intervención de ambos fue una anécdota.
No necesitó el Barça más para superar a un rival encogido, lejos del Atlético que había impresionado en las semanas anteriores. Agarrado a la inspiración de sus estrellas, siempre atentas al error ajeno cuando su fútbol no es especialmente lustroso, el conjunto azulgrana disfrutó de una segunda parte relativamente plácida. El Atlético intentó estirarse, pero todo fue un espejismo. Apenas un par de disparos repelidos por Valdés, antes de que Xavi redondease el resultado con un disparo a bocajarro sobre la misma línea de gol. Fue el punto final a un partido que refuerza al Barça y que devuelve a la realidad al Atlético de Madrid después de una buena racha de resultados.
Ficha técnica del partido
FC Barcelona, 3: Valdés; Oleguer, Puyol, Milito, Abidal; Iniesta, Xavi, Deco; Messi, Ronaldinho (Giovani, m.80) y Henry (Bojan, m.85)
Atlético de Madrid, 0: Abbiati; Seitaridis, Pablo, Zé Castro (Fabiano Eller, m.46), Pernía; Maniche, Raúl García, Reyes (Maxi, m.54), Simao; Forlán y Agüero (Luis García, m.62)
Goles: 1-0, m.15: Deco; 2-0, m.19: Messi; 3-0, m.89: Xavi
Árbitro: Iturralde González (Colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a a Pernía (m.13), Raúl García (m.72), Pablo (m.74) y Seitaridis (m.79), por parte del Atlético de Madrid; y a Deco (m.61), por el Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de Liga en Primera División disputado en el Camp Nou ante 89.976 espectadores. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, acudió al palco del estadio tras hacer entrega a los presidentes de ambos clubes de una donación simbólica de libros, un acto enmarcado en el Plan de Fomento de la lectura del Ministerio de Cultura. El entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, también vio el partido en directo desde el palco
Ocurre con algunos porteros suplentes, un manojo de nervios en partidos de cierta enjundia. Abbiati fue el mejor ejemplo. Su error fue decisivo porque desmanteló al equipo, contagiado de la irregularidad de su guardameta. El Atlético se quebró y quedó convertido en un equipo frágil, desbordado y sin recursos. No hubo rastro del once inicial que había asfixiado al Barça en los primeros compases del partido. Tampoco de Forlán o Agüero, sustituido en la segunda parte con más pena que gloria.
Apareció Ronaldinho, de vuelta en el Camp Nou tras 20 días de ausencia, y combinó con Messi, el nuevo ídolo del estadio barcelonista. Y entre ambos, en un palmo de terreno, fabricaron el 2-0. En el vértice derecho del área atlética, el argentino, autor de ocho goles en los seis últimos partidos, conectó un disparo seco y exacto a la base del palo izquierdo de Abbiati. Resignado, el Atlético capituló. No tuvo capacidad de respuesta y tampoco hubo noticias en Can Barça de sus mejores hombres, con Agüero en el banquillo y Forlán diluido. Aguirre intentó reactivar a los suyos con la rapidez de Maxi y Luis García, pero la intervención de ambos fue una anécdota.
No necesitó el Barça más para superar a un rival encogido, lejos del Atlético que había impresionado en las semanas anteriores. Agarrado a la inspiración de sus estrellas, siempre atentas al error ajeno cuando su fútbol no es especialmente lustroso, el conjunto azulgrana disfrutó de una segunda parte relativamente plácida. El Atlético intentó estirarse, pero todo fue un espejismo. Apenas un par de disparos repelidos por Valdés, antes de que Xavi redondease el resultado con un disparo a bocajarro sobre la misma línea de gol. Fue el punto final a un partido que refuerza al Barça y que devuelve a la realidad al Atlético de Madrid después de una buena racha de resultados.
Ficha técnica del partido
FC Barcelona, 3: Valdés; Oleguer, Puyol, Milito, Abidal; Iniesta, Xavi, Deco; Messi, Ronaldinho (Giovani, m.80) y Henry (Bojan, m.85)
Atlético de Madrid, 0: Abbiati; Seitaridis, Pablo, Zé Castro (Fabiano Eller, m.46), Pernía; Maniche, Raúl García, Reyes (Maxi, m.54), Simao; Forlán y Agüero (Luis García, m.62)
Goles: 1-0, m.15: Deco; 2-0, m.19: Messi; 3-0, m.89: Xavi
Árbitro: Iturralde González (Colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a a Pernía (m.13), Raúl García (m.72), Pablo (m.74) y Seitaridis (m.79), por parte del Atlético de Madrid; y a Deco (m.61), por el Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de Liga en Primera División disputado en el Camp Nou ante 89.976 espectadores. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, acudió al palco del estadio tras hacer entrega a los presidentes de ambos clubes de una donación simbólica de libros, un acto enmarcado en el Plan de Fomento de la lectura del Ministerio de Cultura. El entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, también vio el partido en directo desde el palco