(Libertad Digital) Jugar tres jornadas en ocho días siempre tiene consecuencias importantes para todos los equipos. Son nueve puntos vitales, ahora que se está llegando a la fase decisiva del campeonato, a lo que hay que añadir el factor tiempo, o mejor dicho la ausencia de éste. A los condicionantes habituales, hay que añadir la falta de tiempo para recuperar jugadores, golpes y pequeñas lesiones, algo a lo que, más o menos, están acostumbrados los equipos que juegan competiciones europeas y que llegado este momento, iguala a todos.
El Barcelona-Espanyol tiene las connotaciones habituales de un derbi, con el añadido del buen momento de los periquito . Será el primer partido de la jornada entre semana, con lo que los azulgranas volverán a jugar con veinticuatro horas de adelanto con respecto al Real Madrid. Dependiendo de dónde se incline la balanza se volverá a hablar de presión para el Real Madrid o para el Barcelona y del aumento o disminución de la diferencia. El Real Madrid recibe al Betis. Los dos perdieron sus respectivos compromisos ante Deportivo y Valencia, con lo que saldrán espoleados para no perder más terreno.
Otro de los platos fuertes será el Sevilla-Valencia. Un punto les separa en la clasificación, tras el pequeño fiasco de los andaluces en casa ante el Racing (2-2) y el resurgir de los valencianos, tras el cambio de entrenador al vencer al Betis por 2-1. Será una excelente piedra de toque para ambos equipos, para los sevillanos, a los que quizá peso el éxito europeo y se descuidaron en la competición doméstica y a los valencianos, para demostrar que la victoria no fue causa del dicho: "a entrenador nuevo...".
En el resto de partidos la trascendencia del resultado está fuera de toda duda. Qué decir del Albacete-Osasuna, donde cada punto es oro para los equipos; o del Racing-Atlético de Madrid, con los santanderinos al borde del abismo y con los madrileños obcecados en ganar lejos del Vicente Calderón, para apuntalar sus opciones continentales. Para Numancia y Mallorca, cada partido es ya más que una final y se enfrentan a Levante y Villarreal, respectivamente, y ambos acudiendo como visitantes, lo que todavía dificulta más su objetivo. El Málaga-Athletic de Bilbao, el Getafe-Deportivo y el Real Sociedad-Zaragoza, también cuentan con sólidos alicientes para todos: la goleada andaluza, la eliminación europea de los bilbaínos, el descanso de los madrileños, la resurrección gallega, la necesidad donostiarra, o la tranquilidad de los maños.
El Barcelona-Espanyol tiene las connotaciones habituales de un derbi, con el añadido del buen momento de los periquito . Será el primer partido de la jornada entre semana, con lo que los azulgranas volverán a jugar con veinticuatro horas de adelanto con respecto al Real Madrid. Dependiendo de dónde se incline la balanza se volverá a hablar de presión para el Real Madrid o para el Barcelona y del aumento o disminución de la diferencia. El Real Madrid recibe al Betis. Los dos perdieron sus respectivos compromisos ante Deportivo y Valencia, con lo que saldrán espoleados para no perder más terreno.
Otro de los platos fuertes será el Sevilla-Valencia. Un punto les separa en la clasificación, tras el pequeño fiasco de los andaluces en casa ante el Racing (2-2) y el resurgir de los valencianos, tras el cambio de entrenador al vencer al Betis por 2-1. Será una excelente piedra de toque para ambos equipos, para los sevillanos, a los que quizá peso el éxito europeo y se descuidaron en la competición doméstica y a los valencianos, para demostrar que la victoria no fue causa del dicho: "a entrenador nuevo...".
En el resto de partidos la trascendencia del resultado está fuera de toda duda. Qué decir del Albacete-Osasuna, donde cada punto es oro para los equipos; o del Racing-Atlético de Madrid, con los santanderinos al borde del abismo y con los madrileños obcecados en ganar lejos del Vicente Calderón, para apuntalar sus opciones continentales. Para Numancia y Mallorca, cada partido es ya más que una final y se enfrentan a Levante y Villarreal, respectivamente, y ambos acudiendo como visitantes, lo que todavía dificulta más su objetivo. El Málaga-Athletic de Bilbao, el Getafe-Deportivo y el Real Sociedad-Zaragoza, también cuentan con sólidos alicientes para todos: la goleada andaluza, la eliminación europea de los bilbaínos, el descanso de los madrileños, la resurrección gallega, la necesidad donostiarra, o la tranquilidad de los maños.