El Barcelona apela a la calidad de Ronaldinho para lograr una merecida goleada ante un Madrid perdido

(Libertad Digital) La diferencia entre el Barcelona y el Real Madrid es abismal. Mientras los azulgrana juegan a otra velocidad y aspiran nuevamente este a ganar no sólo la Liga, sino también la Champions, los blancos siguen sumidos en un fútbol apático que difícilmente les va a costar superar. Es ahora mismo el de Vanderlei Luxemburgo un equipo mediocre y ha tenido que rendirse a la evidencia. La salida del Barça en el Bernabéu fue fulgurante y comenzó mandando muy pronto, mientras la defensa blanca tuvo que emplearse a fondo casi desde el pitido inicial. Fruto del acoso, llegó el primer gol de los barcelonistas a los 14 minutos de juego. Eto'o, todo un león indomable en el campo, aprovechó una buena jugada con Messi para batir a Casillas desde la frontal. El camerunés se fue a la esquina a celebrarlo y se golpeó el escudo varias veces con la mano.

 

Dominó el Barcelona, pero se recreó tanto en el toque que se olvidó de dar más trabajo a Iker. De ese carrusel de juego de fantasía, destacó el recital de Ronaldinho, que dio más de un quebradero de cabeza a los rivales. Siempre le ganó la partida a los defensas en el uno contra uno. Messi pudo haber ampliado la cuenta a la media hora de partido, aunque Casillas metió una mano providencial para evitar el 0-2. Y Eto’o tuvo en sus botas su segundo gol de la noche al filo del descanso, aunque nuevamente el meta madridista estuvo providencial en el mano a mano. Del Madrid no había noticias en ataque y el reaparecido Ronaldo, que acaba de superar una dura lesión, andaba más solo que la una.

 

Xavi tomó el mando del Barcelona en la segunda parte. Los visitantes seguían dando guerra y a punto estuvo de marcar Leo Messi en el minuto 56, aunque nuevamente Casillas, el único que se salvó de la quema en el Madrid, evitó el gol. No pudo evitarlo el meta madrileño sólo tres minutos después cuando llegó el recital de Ronaldinho, el futuro ganador del Balón de Oro 2005. El brasileño se marchó con muchísima calidad de Sergio Ramos y de Helguera –dejó al cántabro sentado- para batir al meta local con un toque sutil. Un golazo.

 

Se agravaba la situación para el Madrid, que perdía a Raúl por lesión. En su lugar entró Guti. Después del tanto de Ronaldinho trataron de reaccionar los blancos, que trataron de encomendase a Robinho para intentar darle la vuelta a la tortilla. Y el brasileño deleitó a la grada con una acción individual que a punto estuvo de acabar en el 1-2, aunque su centro desde la izquierda, tras irse de Puyol y Oleguer, no llegó a ser rematado por Ronaldo con el tacón. Messi, mientras tanto, también seguía dejando su sello particular en el Bernabéu. Hizo un partidazo y al final Rijkaard decidió darle descanso para que en su lugar saliera Andrés Iniesta, otra de las grandes promesas azulgrana.  En pleno festival, apareció de nuevo Ronaldinho para rubricar otro gol para enmarcar y que fue aplaudido por la parroquia del Bernabéu. Ahí se acabó un partido con claro color azulgrana.