En Belgrado, con el reloj a cero y 67-66 en el marcador, el estadounidense Lawrence Roberts rebañó un tiro del barcelonista Pete Mickeal. El Barça protestó porque la acción del jugador de Partizán estaba fuera de tiempo, pero los árbitros decidieron que el tiro de Mickeal no iba a entrar a pesar de la acción de Roberts. De este modo, el Partizán puso fin a la racha de 11 victorias consecutivas de los azulgrana, en un partido de alternativas, dominado por los serbios durante la primera mitad (31-18, como renta máxima) y en el que el Barça se recuperó y llegó a dominar (45-54), a ocho minutos del final. El final fue una ruleta rusa, después de un partido más intenso que de calidad y en el que los azulgrana demostraron que aún perdiendo con claridad y jugando mal, pueden darle la vuelta a la situación por complicada que parezca.
La salida del Barça fue para olvidar y protagonizó el peor cuarto de la temporada. Errático en el tiro, sin rebote ofensivo y sin dominar nunca las dinámicas del juego, un desconocido Barça perdió el rumbo desde el primer minuto y fue a remolque en el marcador. Un 10-0 de salida en los 2:45 minutos iniciales dictó sentencia a los azulgrana, quienes parecieron superados por el ambiente, la impresionante escenografía creada por los más de 8.000 espectadores que creyeron en la victoria de su equipo.
Pasaron los minutos y el Barça seguía sin reaccionar. Ni siquiera aparecía la defensa de los de Xavi Pascual. Fáciles canastas del Partizan y errores en ataque de los catalanes, quienes fallaron prácticamente en todas las situaciones del juego. El técnico azulgrana le dio la vuelta al banquillo, pero no encontraba respuestas. Los serbios, crecidos, dominaban todas las facetas del juego, el rebote y el ritmo, el Partizán después de 10 minutos, lo tenía todo a su favor (23-12).
Intentó el Barça darle más ritmo al partido, cargar el juego interior, buscar los tiros exteriores, pero la dinámica no varió en el segundo cuarto. El milagro era que los azulgrana no hubieran cedido aún más diferencia después de encestar 5 tiros de los 25 que intentó en los primeros 20 minutos. Sólo el acierto en los tiros libres (12/12), le dio aire al Barça, que al descanso necesitaba olvidarse de lo ocurrido hasta entonces para darle la vuelta a una situación complicada (35-24).
Tras el descanso, Pascual debió insuflarles más casta a sus jugadores. Apareció el mejor Ricky Rubio para acelerar el partido y el Barça se fue hacia arriba. Del 40-30, a 7:20 del final del cuarto, se pasó a 40-40, después de dejar a los serbios casi cuatro minutos sin anotar. El Barça empezó a creer en si mismo y se puso con un claro 45-54 en sus mejores momentos. Pero no tuvo continuidad su baloncesto. Con un claro dominio bajo los aros, el Partizán apuró la situación y consiguió un parcial 12-0 para situarse en disposición de ganar el partido (61-56) a 1:30 del final. Apareció entonces Lakovic para equilibrar (61-61) y el esloveno tuvo la victoria en un tiro que no acertó antes de la prórroga.
En el tiempo añadido el Barça perdonó. Llegó a dominar por 63-66 a 2:35 del final, pero permitió segundas opciones a los serbios, que a falta de 21 segundos para el final le dieron la vuelta al partido con dos tiros libres anotados por Rasic (67-66). Después llegó el último ataque, en el que los azulgrana apuraron demasiado. El balón llegó sobre Mickeal, quien lanzó al límite, el balón rodeó el círculo después de tocarlo dos veces y, fuera de tiempo, Roberts rebañó el aro. Los árbitros, después de visionar en un monitor televisivo la acción, decidieron que el balón en cualquier caso no iba a entrar y certificaron la primera derrota europea del Barça.
Horrible partido del Unicaja
Por su parte, el Unicaja ha perdido merecidamente ante el Asseco Prokom en un partido indolente, donde el equipo cajista rozó el ridículo durante los cuarenta minutos y en el que prácticamente se despide de clasificarse para los cuartos de final. Las dos derrotas consecutivas ante el CSKA de Moscú en la Euroliga y frente al Real Madrid en la ACB podían crear algún tipo de duda en el Unicaja, sobre todo nerviosismo. El comienzo fue espantoso, con un 0-8 de parcial favorable al conjunto polaco y cuatro minutos sin anotar de los andaluces.
La desidia y el desconcierto eran totales en el Unicaja, que lo aprovechó el Prokom, muy ordenado y sin cometer errores para ir sumando puntos 6-17, minuto 7. El conjunto malagueño fallaba en todos los aspectos del juego y su técnico, Aíto García Reneses, rotaba a sus jugadores para encontrar un quinteto de garantías que opusiera resistencia. El Prokom mantenía su diferencia por su superioridad en el juego interior con Woods como jugador más determinante y el exterior, con Ronnie Burrell, que cogió la responsabilidad del lanzamiento. La ventaja se mantenía 16-26, minuto 12, aunque los errores en la salida del balón por la defensa presionante del Unicaja y la anarquía de algunos jugadores estropearon la clara ventaja 33-37.
El Unicaja iba resucitando poco a poco (40-42), pero quizás por los fallos de su rival, aunque seguía enquistado en una espiral negativa, con excesivos errores de todo tipo, que no le dejaban iniciar la remontada, sólo siete puntos en el tercer cuarto. El Prokom sin ningún alarde y sólo con la anarquía de Woods mantenía la diferencia 40-49. En el último cuarto se podía esperar de todo del irregular Unicaja, pero el Prokom se aprovechó del desastroso partido de los cajistas, de la nulidad de todos los jugadores y de la presión por jugar ante sus aficionados que gritaron dimisión durante muchos minutos.
El Barça pierde en Belgrado su imbatibilidad europea
El Regal Barcelona ha perdido su imbatibilidad en la Euroliga tras caer (67-66) en la prórroga en la complicada cancha del Partizán de Belgrado, mientras que el Unicaja se complica sobremanera el pase a cuartos de final al perder (50-70) en Málaga frente al Asseco Prokom polaco.
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