El Camp Nou ya era una fiesta antes de empezar el partido como preludio a lo que iba a acontecer (4-0) en los próximos minutos. Era muy difícil que se le escapara el título de Liga en casa y ante uno de los rivales más flojos del campeonato, aunque se jugaban la permanencia.
Y en los primero minutos, los pupilos de Clemente estuvieron a punto de dar un susto a un Barcelona nervioso, pero Manucho no aprovechó el regalo de Valdés. Y ahí se acabó el Valladolid. Los hombres de Guardiola engrasaron la máquina y empezaron a bombardear la portería de Jacobo. Sin embargo, fue un jugador del Valladolid, Luis Prieto, el que abrió la lata en un fallido despeje. Poco después, a los 31 minutos, Pedro sentenciaba el partido y la Liga, mientras el Madrid perdía en La Rosaleda. En el Camp Nou ya se escuchaba el grito de ‘Campeones, campeones’ y es que la Liga ya tenía dueño.
En la segunda parte no cambió el panorama. Los jugadores del Valladolid salieron como corderos –al contrario de como dijo Clemente- y asistieron al festival del campeón, mientras se marchaban a Segunda. En este caso, el actor principal fue Leo Messi, que con dos goles cerró una temporada magnífica en la que termina como pichichi y Bota de Oro del continente con 34 goles. De esta forma, el Barça celebra Liga, Pichichi y Zamora por primera vez en su historia, mientras el Valladolid jugará en Segunda la temporada que viene.
Pese a que el Barcelona no falló, el Madrid no hizo los deberes (1-1) en La Rosaleda aunque lo intentó de todas las maneras posibles. Con Kaká en la grada y Van der Vaart en el campo, Pellegrini salía al terreno de juego en el que puede ser su último partido como técnico blanco.
El Madrid saltó al campo dispuesto a controlar el balón y cumplir su parte del papel. Sin embargo, un tempranero gol de Duda cambió el guión completamente. Ante una Rosaleda llena sabedora que su equipo se jugaba la permanencia, al Madrid le volvía a tocar remontar en un escenario poco propicio. Lo intentaron Van der Vaart e Higuaín, pero chocaron con un Munúa muy inspirado.
La segunda parte comenzaba con el Málaga cumpliendo su objetivo –la salvación- y el Madrid estaba muy lejos de levantar el único título de la temporada. Aunque las noticias desde el Camp Nou no eran alentadoras, el Madrid lo intentó con profesionalidad en la segunda parte ante un Málaga al que le temblaban las piernas, ya que sabía que un gol en cualquier campo le podía mandar camino del infierno. Así las cosas, Van der Vaart empataba el partido de un preciso disparo desde fuera del área. A partir de ahí, el Madrid lo intentó sin fe ni acierto y el conjunto andaluz trataba, con poco ahínco, de marcar el segundo gol que lo acercara a la permanencia. No llegaron ninguna de las dos cosas. El Madrid cierra un año en blanco y el Málaga cumple con sufrimiento su objetivo de seguir en la categoría de oro del fútbol español.