L D (EFE) Dureza, nervios, irregularidad, defensas al límite y tensión han marcado los dos primeros encuentros de esta eliminatoria. En ambos, tanto cajistas como barcelonistas pudieron ganar en la pista de su rival En las filas azulgranas las dudas están en la presencia de Lubos Barton, que no jugó en Málaga debido a una rotura fibrilar en el gemelo de la pierna derecha, y de Víctor Sada, que se dio un fuerte golpe en la rodilla a final del encuentro de ayer y tuvo que ser relevado por Lakovic.
En Unicaja, Aíto espera contar con Berni Rodríguez, ausente el viernes debido a un esguince en el tobillo derecho y sigue con la gran incógnita de su jugador franquicia Marcus Haislip. Ya en el primer partido en el Palau jugó mermado a causa de su lumbalgia, recayó durante la semana y ayer no pudo ni vestirse de corto.
Para el choque de este domingo puede haber muchas claves aunque la principal se llama Juan Carlos Navarro. Cuando él tira del equipo, el Barcelona tiene fluidez ofensiva y sus 26 puntos y seos asistencias del viernes es la mejor muestra Aún así Xavi Pascual necesita que sus hombres interiores reciban balones y machaquen el aro rival. Cuando David Andersen y Fran Vázquez asumieron su papel de pívots natos el equipo también lo notó.
Otro problema para el técnico catalán está en la irregularidad de Ersan Ilyasova en los últimos encuentros. Sea que tiene ya su cabeza pensando en su retorno a la NBA o a un bajo momento de forma, y se nota en el juego interior, al igual que la de Gianluca Basile, con mucho cansancio acumulado, en el exterior. Igual pasa con Jaka Lakovic, muy desdibujado en esta eliminatoria y, afortunadamente, Víctor Sada es un relevo de garantías. Especialmente si delante está Carlos Cabezas, el hombre que mueve a todo el Unicaja y clave en los minutos finales de ayer, curiosamente cuando Sada se lesionó.