Lionel Messi (14/6/1987) ha estado en todas. 23 goles en la consecución de la Liga española, 9 tantos en la tercera "Orejuda" (Liga de Campeones) de los azulgrana, incluido el decisivo en la final de Roma en un cabezazo que Van der Sar sólo pudo mirar, y un papel decisivo en la Copa del Rey, con seis goles en total y uno en la final ante el Athletic Club.
Además, el Barça ha puesto la rúbrica con la obtención de la Supercopa de Europa ante el Shaktar Donetsk en Mónaco, donde Messi asistió, como sólo saben los genios, a Pedro para llevarse una nueva copa a las vitrinas del Camp Nou.
Observando sus estadísticas, nadie puede discutir su presencia decisiva y su calidad, pero es que Messi es mucho más que goles y números. Regates en seco, sombreros, zig-zags, y combinaciones de lujo con otros de los nominados azulgrana, como Xavi e Iniesta, que han desplegado de la mano de Pep Guardiola un fútbol envidiado en todo el mundo.
Entre algunas de las cualidades del nuevo "Rey" del fútbol mundial, sucediendo al madridista Cristiano Ronaldo, es que nunca se esconde, ya que tal y como reconoce su entrenador, "Messi quiere jugar hasta contra la Cultural Leonesa".
El Balón de Oro para "la Pulga" es el broche a un jugador que ha sido la punta de la lanza del mejor equipo del año 2009, y que de esta manera ve completado el ya extenso palmarés del rosarino a nivel individual.
Con 22 años y sólo en 2009, Messi ha conseguido, además del Balón de Oro, numerosas distinciones, como la de Mejor jugador y delantero de la Liga de Campeones, Mejor jugador y delantero de la Liga BBVA, el "Onze d'Or", y es el máximo favorito para conseguir el Fifa World Player y otros premios, como el Trofeo Efe que ya ganó hace dos años y que lo acredita como mejor futbolista sudamericano.
El año 2009 empezaba para Messi tras un frustrante 2008, cuando se confirmó la caída de su ídolo Ronaldinho y del entrenador que lo hizo grande, Frank Rijkaard, además de no oler ni un sólo título pese a los grandes nombres que formaban la plantilla.
Con la llegada de Guardiola en el banquillo y la estampa en el dorso de su camiseta del número "10", Messi adquirió nuevos galones y se metió entre ceja y ceja llevar al Barça a ganarlo todo. No se quedó corto, y a falta del Mundial de Clubes, ha logrado con holgura su objetivo.
Sólo existe un lunar en el meteórico 2009 de Messi, y es su juego con la selección. El combinado que dirige Diego Armando Maradona, al que tantas comparaciones les unen, se clasificó a duras penas para el Mundial de Suráfrica. Y es que Messi no rinde igual al lado de Xavi, Iniesta o Ibrahimovic, que cerca de Mascherano, Dátolo o Palermo.
Sin embargo, Leo se podrá sacar esta espina clavada si consigue el último gran título que le falta tras esta insaciable temporada -a la espera del Mundial de Clubes-, la Copa del Mundo. Para él parece que no hay retos imposibles, y tras conseguir el 'triplete' y el 'Balón de Oro' su mayor ambición ahora pasa por Sudáfrica y por dar a su país lo que ya ha dado a todos los barcelonistas.
Messi sigue la estela de los grandes futbolistas del Barça que han conseguido levantar el preciado Balón de Oro. El primero fue Luisito Suárez (1960), que encabezó una lista de jugadores de primer nivel.
Después le siguieron el elegante Johan Cruyff (74), el explosivo Hristo Stoichkov (1994), el goleador Ronaldo (1997), el polivalente Rivaldo (1999), el estilista Luis Figo (2000) y Ronaldinho, el que le dio el testigo a Leo Messi (2005). En los casos de Ronaldo y Figo, ambos jugadores recibieron el galardón meses después de haber abandonado el Barça, pero por los méritos futbolísticos contraídos con la camiseta azulgrana.