El Athletic remonta un partido ante el Deportivo a base de garra y pone fin a la incertidumbre

(Libertad Digital) El equipo vasco afrontó el encuentro frente a los blanquiazules con un planteamiento muy conservador. Ambos salieron condicionados por los resultados de la jornada, que daban vida a los coruñeses en la pelea por la Intertoto y dejaban a los bilbaínos a sólo un punto de la permanencia. El Athletic se aferró al empate para acabar con los ocho meses de angustia que han supuesto esta temporada, la cual empezó como líder y en algunas ocasiones estuvo como colista. El Deportivo dependía de un triunfo para asegurarse la Intertoto.

El conjunto de Joaquín Caparrós se mostró más ambicioso que los hombres de Javier Clemente en los primeros compases del partido, pero Diego Tristán, que podría haber jugado su último encuentro con la elástica blanquiazul en el estadio de Riazor, no estuvo afortunado. El ariete de La Algaba, que había manifestado su deseo de despedirse de la afición deportivista con un gol, no llegó a un centro de Arizmendi a los tres minutos, y después se encontró con Lafuente en un disparo desde fuera del área.

Más activo de lo habitual esta temporada, el delantero sevillano insistió una vez más antes de llegar al ecuador de la primera mitad, y aunque volvió a toparse con el cancerbero del Athletic, que rechazó el esférico, posibilitó que Arizmendi se beneficiara del rechace para marcar su segundo tanto con la elástica blanquiazul. Es curioso lo del delantero madrileño, que había marcado su primer gol con el Deportivo a principios de enero también ante el Athletic, que buscó algo más la portería de José Francisco Molina tras el tanto de los deportivistas, aunque sólo Yeste inquietó al meta blanquiazul, que todavía no ha renovado su contrato.

A pesar del arreón inicial del Deportivo, la segunda parte fue del Athletic. Los coruñeses bajaron la guardia con el paso de los minutos, se relajaron en ataque y en defensa, Caparrós quitó a Iago y a Tristán, que fue recibió más silbidos que aplausos, para dar entrada a Iván Carril y Xisco, y el Athletic creyó en sus opciones. Los vascos recurrieron a su mejor arma, el juego aéreo, y lograron la igualada a los setenta minutos, con un remate de cabeza de Casas, que aprovechó un desajuste de la zaga deportivista en un saque de esquina para batir a Molina. El partido tuvo minutos locos tras el gol y el Athletic consiguió la vitoria en los últimos minutos de partido gracias a un penalti por mano de Sergio, tras una falta lanzada por Tiko, que fue transformado por Orbáiz.