L D (EFE) Así lo ha expresado en conferencia de prensa el presidente del club bilbaíno, Fernando García Macua, quien considera que a partir de ahora "se formula un aviso a todos los clubes", también al Athletic, ante el que "sólo cabe aplicar principios de coherencia" por parte del público que acude a San Mamés. "Nosotros hemos pretendido ser muy severos en la persecución de actuaciones que podamos imputar a personas concretas y ahí están los antecedentes de esta temporada, que por primera vez en la historia del club hay dos socios expulsados y otro expedientado por comportamiento inconveniente", destaca.
García Macua ha recordado las alegaciones presentadas por el Athletic, y atendidas por Competición, que aducían que el agredido fue un jugador; que el técnico había realizado ya los tres cambios; que se podía alterar la competición por un hecho externo vulnerando así el principio de igualdad de condiciones; y que el principio de responsabilidad obliga al club anfitrión a evitar incidentes.
El dirigente ha recalcado que el Athletic no ha pretendido entablar "una guerra con ningún club", pero que considera que los sucesos del Manuel Ruiz de Lopera "tenían que tener consecuencias". "Ha tenido las que Competición ha dictaminado, que nos parecen ajustadas. Este es un antecedente importante del que hay que sacar conclusiones", ha concretado García Macua.
El presidente, no obstante, ha manifestado que el club no está satisfecho porque, al margen del resultado, al equipo rojiblanco le "hubiese gustado disputar los noventa minutos en las condiciones en anteriores a las de la brutal agresión a Armando". "No podemos estar satisfecho porque nos hubiese gustado que se hubiera disputado los noventa minutos, que Armando no estuviera en reposo en su domicilio, que la expedición del Athletic hubiese podido salir del campo con normalidad, etc". "Eso no puede llenarnos de satisfacción, pero objetivamente pasaron esos hechos y objetivamente se ha hecho justicia", concluyó García Macua.
García Macua ha recordado las alegaciones presentadas por el Athletic, y atendidas por Competición, que aducían que el agredido fue un jugador; que el técnico había realizado ya los tres cambios; que se podía alterar la competición por un hecho externo vulnerando así el principio de igualdad de condiciones; y que el principio de responsabilidad obliga al club anfitrión a evitar incidentes.
El dirigente ha recalcado que el Athletic no ha pretendido entablar "una guerra con ningún club", pero que considera que los sucesos del Manuel Ruiz de Lopera "tenían que tener consecuencias". "Ha tenido las que Competición ha dictaminado, que nos parecen ajustadas. Este es un antecedente importante del que hay que sacar conclusiones", ha concretado García Macua.
El presidente, no obstante, ha manifestado que el club no está satisfecho porque, al margen del resultado, al equipo rojiblanco le "hubiese gustado disputar los noventa minutos en las condiciones en anteriores a las de la brutal agresión a Armando". "No podemos estar satisfecho porque nos hubiese gustado que se hubiera disputado los noventa minutos, que Armando no estuviera en reposo en su domicilio, que la expedición del Athletic hubiese podido salir del campo con normalidad, etc". "Eso no puede llenarnos de satisfacción, pero objetivamente pasaron esos hechos y objetivamente se ha hecho justicia", concluyó García Macua.