L D (EFE) Sospechoso, a su juicio, es también el hecho de que Bolt no muestre cansancio tras un viaje largo o después de un entrenamiento. Unger, que en Pekín no logró pasar de la segunda ronda (10,36 segundos), cree que uno de los problemas mayores de la lucha contra el dopaje lo constituye el hecho de que son pocos los países que tienen una Agencia Nacional Antidopaje; Jamaica, por ejemplo, ni siquiera tiene un sistema antidopaje.
"En su isla hacen lo que quieren y no les pasa nada. Yo, en cambio, tengo que registrar todas las entradas y salidas que hago en Pekín, para el caso de que pase un control antidopaje. Bolt posiblemente no sabría ni siquiera rellenar el formulario de entrada y salida", dice Unger.
El atleta cree que la severidad alemana -este año ha sido controlado ya diez veces y en Pekín "me han sacado a las seis y media de la mañana"- es buena y sostiene que la única posibilidad de solucionar a la larga el problema es obligando a todos los países a tener una Agencia Nacional -sólo 25 de los 205 que asisten a Pekín la tienen- y a no permitir que participen los que no la tengan.
Tampoco cree que sea posible atajar el problema mientras las primas por participar en una competición y por ganar sean tan elevadas y mientras los medios y la opinión pública esperen ese tipo de plusmarcas. Además, considera que los deportistas que dan positivo deberían recibir el mismo castigo que un estafador cualquiera.