EEUU se pasea ante Australia para avanzar a cuartos y Alemania sufre para apear a Nigeria

L D (EFE) Alemania pasó a cuartos gracias a un error en el último lanzamiento de los nigerianos. Los alemanes ganaban por nueve puntos a falta de cinco minutos (73-64), una diferencia que los africanos enjugaron gracias a tres errores consecutivos en el lanzamiento por parte de Dirk Nowitzki y dos espectaculares acciones del jugador de la Universidad de Maryland Ekene Ibekwe. Nigeria se la jugó ocho segundos antes de la bocina con 78-77 en el marcador. El pase dependía de esa jugada. Ime Udoka penetró hacia el aro alemán y no acertó ante la oposición de los hombres interiores de Alemania.

La primera intervención de Estados Unidos en la fase final del Mundial 2006 mantuvo la incertidumbre durante los diez primeros minutos. Australia se hundió en el segundo cuarto merced a un parcial de 23-1 que situó el resultado del descanso en 59-29, una diferencia insalvable para los 'aussies'. Dieciocho puntos de Joe Johnson y veinte de Carmelo Anthony lideraron la estadística estadounidense. Alemania y los norteamericanos se verán las caras en cuartos el próximo martes a las 19.30 horas (12.30 hora española; 10.30 GMT).

Francia entró en los cuartos sin dificultades hasta los minutos finales, el único tramo en el que Angola fue fiel a sí misma. La responsabilidad de las eliminatorias cambió el semblante del cuadro angoleño, que jugó muy por debajo del nivel exhibido en la primera fase del campeonato. Un 17-6 en el primer cuarto condicionó el resto del cruce entre africanos y franceses. Los hombres de Alberto de Carvalho intentaron remontar a la desesperada en el último periodo. Sólo entonces imprimieron a su juego la velocidad y el ritmo que les había permitido estar entre los dieciséis mejores del mundo (60-56). De haberlo hecho antes quizá habrían corrido distinta suerte (68-62).

El choque que cerraba la segunda jornada de octavos, el disputado entre Grecia y China, puso de manifiesto la calidad de los griegos y, de paso, la inoperancia de la selección asiática para sacarle todo el partido a un jugador de las características de Ming Yao, el pívot de 2,26 metros de los Houston Rockets. China sólo utiliza el potencial del altísimo jugador de Shanghai en defensa. Y menos de lo que podría. No le usa ante la canasta contraria. Un desperdicio que Grecia, como es lógico, no perdonó.