L D (EFE) A las 18.00 horas, y tras completar media hora de gimnasio, los jugadores saltaron al habitual campo de entrenamiento de Valdebebas entre los aplausos y la ovación de cerca de 125 aficionados. Sin Casillas, Míchel Salgado, Sergio Ramos, Gravesen, Zidane, Beckham, Diogo, Cicinho, Roberto Carlos, Robinho y Ronaldo, todos con sus respectivas selecciones, Juan Ramón López Caro reforzó su entrenamiento con jugadores del filial.
Los lesionados Pablo García y Jonathan Woodgate no saltaron al césped, ni tampoco Guti, que tras abandonar la concentración de la selección el lunes en Las Rozas, ha seguido con el tratamiento de la sobrecarga muscular que sufre y que le impidió jugar en Mallorca el pasado domingo. Mientras, Julio Baptista realizaba carrera continua y fue el primero que recibió el calor de la afición. El brasileño que no ha sido convocado por su selección, trabajó al margen del grupo.
El enfado de los aficionados, una amplia mayoría llegada desde Toledo y pertenecientes a una escuela de fútbol, llegó cuando López Caro prolongó el entrenamiento con un partido a mitad de campo, en la zona más alejada de la grada donde pueden acceder los seguidores madridistas. Fue el momento en el que se escucharon con claridad gritos e insultos a los jugadores y la petición a López Caro de que los trate con mano dura. "Sinvergüenzas, vividores, mujeriegos, peseteros", se oía desde la grada. "Entrenador, ponles a picar en las obras. Dales un pico y una pala, que vean lo que es trabajar de verdad", se escuchaba.
Este miércoles, el Real Madrid entrenará desde las 11.00 horas y el jueves se esperará a la llegada de internacionales y se ejercitarán desde las 17.30 horas.
Los lesionados Pablo García y Jonathan Woodgate no saltaron al césped, ni tampoco Guti, que tras abandonar la concentración de la selección el lunes en Las Rozas, ha seguido con el tratamiento de la sobrecarga muscular que sufre y que le impidió jugar en Mallorca el pasado domingo. Mientras, Julio Baptista realizaba carrera continua y fue el primero que recibió el calor de la afición. El brasileño que no ha sido convocado por su selección, trabajó al margen del grupo.
El enfado de los aficionados, una amplia mayoría llegada desde Toledo y pertenecientes a una escuela de fútbol, llegó cuando López Caro prolongó el entrenamiento con un partido a mitad de campo, en la zona más alejada de la grada donde pueden acceder los seguidores madridistas. Fue el momento en el que se escucharon con claridad gritos e insultos a los jugadores y la petición a López Caro de que los trate con mano dura. "Sinvergüenzas, vividores, mujeriegos, peseteros", se oía desde la grada. "Entrenador, ponles a picar en las obras. Dales un pico y una pala, que vean lo que es trabajar de verdad", se escuchaba.
Este miércoles, el Real Madrid entrenará desde las 11.00 horas y el jueves se esperará a la llegada de internacionales y se ejercitarán desde las 17.30 horas.