L D (EFE) Sus compañeros de escalada, los italianos Silvio Mondinelli y Mario Merelli y el suizo Kristian Kuntner regresaron al campo base (5.500 metros) dejando comida en él, por si Carlos Pauner llegaba hasta el campo III, ubicado a 7.600 metros. La cordada había comunicado su éxito a través de un escueto mensaje telefónico que decía Cima Tutti . Responsables de la Federación Aragonesa de Montañismo han informado de que en la tarde del miércoles, tras alcanzar la cumbre, el montañero español no regresó al campo III, campamento de altura situado a 7.600 metros.
El grupo de montañeros había intentado el asalto a la cumbre el 7 de mayo pero tuvo que desistir por el fuerte viento cuando ya se encontraban en el campo III. Tras recuperarse en el campo base, la expedición volvió a intentarlo con una previsión meteorológica de buen tiempo para el día 19, según informaba en su propia página web. Con la conquista del Kangchenjunga, el montañero aragonés sumó su cuarta cima de más de ocho mil metros, tras las ascensiones al K-2 (8.611 metros) en 2001; el Makalu (8.475) en 2002; y el Broad Peak (8.047) en 1997.
Esta conquista se enmarca dentro del proyecto Hacia las 14 cimas del mundo y en los objetivos para este año 2003 eran especialmente ambiciosos para Pauner que, tras esta cima, tenía previsto afrontar este verano los dos Gasherbrum, el I (8.068) y el II (8.035), e incluso dependiendo de los resultados haber intentado otra cumbre más en otoño. La expedición a los dos Gasherbrum, prevista para el próximo mes de junio, iba a estar formada junto a Pauner por otros cinco componentes de Montañeros de Aragón, José Carlos Cirera, Isabel Santolaria, Javier Serrano, Javier Pérez y Javier Barra. Estos dos últimos habían formado parte del equipo aragonés que holló el K-2 junto a Pauner.
Carlos Pauner, de 39 años de edad, encontró apoyo en el Gobierno de Aragón para llevar adelante el proyecto de intentar ser el primer montañero aragonés en hollar las catorce cimas más altas de 8.000 metros. La desaparición del zaragozano Pepe Garcés, el 12 de octubre de 2001, dejó al montañismo aragonés en cierta manera huérfano de himalayistas y Carlos Pauner, a pesar de no querer presentarse en un principio como su relevo acabó tomándolo. Garcés y Pauner saldaron el 22 de julio de 2001 la cuenta pendiente del himalayismo aragonés al volver a conseguir la cima del K-2, en la que perdieron la vida el 13 de agosto de 1995 tres componentes de una expedición de Aragón, Lorenzo Ortiz, Javier Escartín y Javier Olivar.
El grupo de montañeros había intentado el asalto a la cumbre el 7 de mayo pero tuvo que desistir por el fuerte viento cuando ya se encontraban en el campo III. Tras recuperarse en el campo base, la expedición volvió a intentarlo con una previsión meteorológica de buen tiempo para el día 19, según informaba en su propia página web. Con la conquista del Kangchenjunga, el montañero aragonés sumó su cuarta cima de más de ocho mil metros, tras las ascensiones al K-2 (8.611 metros) en 2001; el Makalu (8.475) en 2002; y el Broad Peak (8.047) en 1997.
Esta conquista se enmarca dentro del proyecto Hacia las 14 cimas del mundo y en los objetivos para este año 2003 eran especialmente ambiciosos para Pauner que, tras esta cima, tenía previsto afrontar este verano los dos Gasherbrum, el I (8.068) y el II (8.035), e incluso dependiendo de los resultados haber intentado otra cumbre más en otoño. La expedición a los dos Gasherbrum, prevista para el próximo mes de junio, iba a estar formada junto a Pauner por otros cinco componentes de Montañeros de Aragón, José Carlos Cirera, Isabel Santolaria, Javier Serrano, Javier Pérez y Javier Barra. Estos dos últimos habían formado parte del equipo aragonés que holló el K-2 junto a Pauner.
Carlos Pauner, de 39 años de edad, encontró apoyo en el Gobierno de Aragón para llevar adelante el proyecto de intentar ser el primer montañero aragonés en hollar las catorce cimas más altas de 8.000 metros. La desaparición del zaragozano Pepe Garcés, el 12 de octubre de 2001, dejó al montañismo aragonés en cierta manera huérfano de himalayistas y Carlos Pauner, a pesar de no querer presentarse en un principio como su relevo acabó tomándolo. Garcés y Pauner saldaron el 22 de julio de 2001 la cuenta pendiente del himalayismo aragonés al volver a conseguir la cima del K-2, en la que perdieron la vida el 13 de agosto de 1995 tres componentes de una expedición de Aragón, Lorenzo Ortiz, Javier Escartín y Javier Olivar.