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Delfino y Ginobili decantan del lado de Argentina la semifinal del Torneo de Madrid ante Lituania (88-87)

Carlos Delfino y Manu Ginobili decidieron para Argentina en el Torneo de Madrid contra un rival de altura como Lituania, que perdió en los segundos finales ante el empuje colectivo albiceleste y la categoría individual de dos de sus estrellas. El choque entre suramericanos y europeos destiló la intensidad propia de los encuentros entre dos grandes selecciones. La albiceleste apenas está rodada, pero tiene la impronta inconfundible de los equipos campeones. Los bálticos tampoco están todavía al máximo, aunque también son uno de los mejores bloques del mundo.

L D (EFE) Argentina dominó con diferencias cortas antes del descanso hasta que Darjus Lavrinovic empezó a salirse de la pintura y a buscar el tiro exterior, lo que creó problemas a los postes albicelestes. Dos triples del lituano anularon la ventaja de los chicos de Sergio Hernández, que llegaron al descanso cinco puntos por debajo (33-38). El bloque argentino jugó mejor con Pablo Prigioni que con Pepe Sánchez y también frente a las defensas individuales que contra las zonas utilizadas por Lituania. Era lo que esperaban. El técnico de los campeones olímpicos va a centrar la última fase de la preparación mundialista en acoplar sus sistemas defensivos y en pulir los ataques contra las disposiciones zonales.

La zona y el tiro exterior volvieron a darle fuerza a Lituania en el tercer cuarto. A dos minutos para el final del periodo dominaba por diez puntos (54-64). La respuesta partió de nuevo de las manos de Pablo Prigioni, que condujo a los suyos a un parcial de 11-1 y dejó el tanteador igualado a falta del último corte (65-65). Había intensidad. Prigioni recibió una falta técnica nada más arrancar el cuarto final por protestar una jugada en la que Darjus Lavrinovic entró como un tren por la zona y le arrolló sin que señalaran falta al pívot europeo.

El parcial en menos de dos minutos retrasó a Argentina al punto de partida anterior (67-75). Lavrinovic era el principal brazo ejecutor. El pívot dio un recital de recursos individuales. Lo mismo juega cerca del aro que sale a lanzar al perímetro o corre el contraataque. Argentina, como siempre, lucha hasta el final. No renuncia a nada. El corazón y la constancia puso el partido en tierra de nadie con menos de cuatro minutos para la bocina (80-82). Una jugada de Carlos Delfino retrató la fuera albiceleste. Robo a mitad de pista en la presión y mate a una mano con un defensor encima. Los argentinos estaban vivos (82-84 m.38).

Delfino culminó la remontada en otra espectacular jugada (86-85). Argentina imponía los galones de los campeones olímpicos. Ginobili, que también estuvo caliente en los minutos finales, decidió en otra fantástica penetración (88-87). Buen partido y buenos augurios para ambos conjuntos.

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