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Del chándal de Maradona al traje de Guardiola

Un grupo de internautas ha llevado a cabo una iniciativa para que el seleccionador argentino abandone su tradicional chándal y empiece a usar traje. La prenda deportiva ha sido elevada a símbolo de su imagen por técnicos como Aragonés o Iñaki Sáez, pero la elegancia de Guardiola o Mancini se impone.

Un grupo de avispados argentinos han pedido a su seleccionador a través de la web untrajeparadiego.com.ar que abandone su tradicional chándal para usar una prenda mucho más atractiva y elegante para dirigir a la selección de su país. Sin embargo, Diego Armando Maradona sólo ha usado un traje para su presentación con la albiceleste. Aparte de sus excentricidades como entrenador –ha llamado a más de 100 jugadores– y ante los micrófonos –el famoso "Que la chupen"– "El Pelusa" también ha suscitado críticas por su forma de vestir. Por ello, nos preguntamos: ¿Exige la imagen pública de su puesto una indumentaria elegante como el traje?

Sin embargo, el astro argentino no ha sido el único en popularizar el chándal. En la reciente historia de nuestra selección hay numerosos ejemplos. Luis Aragonés lucía chándal cuando nos hizo campeones de Europa en Austria. Incluso, existe un grupo de la red social Facebook que apoya el uso libre de la prenda deportiva al igual que el madrileño. Pero "El sabio de Hortaleza" no ha sido el único en no vestir correctamente al frente de la selección. Su predecesor, Iñaki Sáez, nos hizo fracasar en la Eurocopa de Portugal con una perenne gorra en la cabeza y con la ropa oficial deportiva de la selección española.

Y ¿quién no recuerda la famosa camisa sudorosa de Camacho? El técnico de Cieza vio en primera persona cómo nos eliminaban del Mundial de Corea y Japón con la inestimable ayuda del colegiado El Ghandour. Durante esa Copa del Mundo toda España se deleitó ante la imagen de su seleccionador con la inconfundible camisa azul sufriendo los estragos de la humedad y el calor de esa parte de Asia.

Sin embargo, no sólo en nuestro país los entrenadores no visten elegantemente. De hecho, en la país de la moda por antonomasia, en Italia, podemos encontrar más ejemplos. A veces, ésta indumentaria está ligada a algún tipo de superstición. El técnico del Inter, el millonario José Mourinho, solía vestir una raída gabardina, pese a ser uno de los entrenadores mejores pagados del mundo. En otros clubes más modestos como el actual colista de la Seria A, el Livorno, su técnico hasta hace dos meses, Serse Cosmi, lucía una gorra de béisbol. Incluso, intentaron que el entrenador se quitara la gorra porque traía mala imagen, pero Cosmi disentía, ya que le traía fortuna. No debió de ser así y en esta misma temporada ha logrado un insólito hecho: dimitir en dos ocasiones de su puesto en el mismo club.

Otros nacionalidades tampoco se salvan de la vulgaridad. El ex seleccionador de Portugal y Brasil, Luiz Felipe Scolari, no vestía un atuendo digno de las pasarelas mundiales. Solía lucir el polo oficial del equipo al que entrenaba acompañado del pantalón del chándal. Felipao, pese a pasar por ricos clubes como el Chelsea, era poco asiduo a la estética.

La elegancia milanesa de Guardiola y Mancini

Sin embargo, hay otros técnicos que se caracterizan por la elegancia en su vestimenta a la hora de dirigir a sus equipos desde el banquillo. El mayor ejemplo lo encontramos en el exitoso Barcelona de Pep Guardiola. El paso del técnico de Santpedor por la capital lombarda –jugó en la vecina ciudad de Brescia– se ha dejado notar en su indumentaria. El pupilo de Cruyff ha patentado esos chalecos ceñidos debajo del traje a medida que luce desde el nerviosismo del banquillo. De hecho, se ha llegado a hablar del liderazgo elegante de Pep. Ya no sólo desde su vestimenta, sino en las formas que rara vez pierde. Y es que no ha tenido enfrentamientos con ninguno de sus compañeros de profesión –ni siquiera con el locuaz Mourinho. Otro cantar son las relaciones del técnico del Barcelona con los árbitros y que, incluso, llegó a acusar al colegiado del Almería de mentiroso por tergiversar el acta en el partido de los Juegos del Mediterráneo donde fue expulsado.

Uno de los precursores en la elegancia desde el banquillo en nuestro país fue Jorge Valdano. Desde que entrenó al Tenerife y, posteriormente, en su paso por el Real Madrid, el preparador argentino lucía un espectro importante de trajes. Quizá ilustrado por César Luis Menotti –apodado "El Flaco", entre otras cosas, porque no llenaba las prendas– Valdano sigue luciendo una impecable imagen ya desde los despachos.

Jóvenes entrenadores de nuestro fútbol se han dejado llevar por la distinción. Los ex futbolistas del Real Madrid y actuales técnicos del Getafe y del Atlético de Madrid, Míchel y Quique Sánchez Flores, no abandonan sus buenas maneras a la hora de elegir prenda en su armario. A ellos, se une el preparador del Valencia, Unai Emery, que tampoco abandona la gomina.

Otro de los casos de gentleman en el banquillo lo protagoniza Roberto Mancini, actual preparador del Manchester City. El técnico italiano, que entrenó al Inter de Milán hasta el 2008, luce siempre que el tiempo lo permite una elegante bufanda a juego con los colores del equipo al que dirige. 

Por último, otros jóvenes entrenadores y leyendas del fútbol como Marco Van Basten, Jürgen Klinsmann o Joachim Low han dejado su impronta desde los combinados de Holanda y Alemania.

Sin duda, la imagen en esta vida es muy importante y en un mundo tan mediático como el fútbol influye. No es de extrañar que estos últimos entrenadores que tienen un look más señorial gocen, en la mayoría de las ocasiones, de mejor prensa que preparadores que hacen, como tantos domingueros, del chándal su vestimenta habitual en los fines de semana.

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