De Villiers arrebata el liderato a Sainz en coches y Coma lo mantiene en motos tras el triunfo de Despres

L D (EFE) Carlos Sainz ha cedido el liderato del Dakar a su compañero de equipo, el sudafricano Giniel de Villiers, tras la disputa de la segunda etapa mauritana, la primera que sirvió de verdadera criba entre Zuerat y Atar en vísperas de la jornada de descanso. Sobre las dos ruedas apareció al fin el francés Cyril Despres tras haber acumulado desgracias en los primeros días. El vencedor de 2005 ganó la etapa y recortó casi doce minutos y medio al líder, el español Marc Coma, del que todavía le separan tres cuartos de hora. Isidre Esteve también le recortó tiempo a Coma, algo más de un minuto, lo que deja el margen entre los dos en 10:47.

Nada parece definitivo, porque las distancias en la general son todavía indignas del apelativo de definitivas en el raid más importante del mundo y porque la carrera no ha hecho más que atravesar su ecuador y lo que queda por delante es más complicado que lo que ya han atravesado los pilotos. La victoria de De Villiers, la segunda que logra en este Dakar, le otorga el liderato con 1:39 minutos sobre Sainz. La séptima etapa, amputada de 134 kilómetros a causa de una tormenta de arena que impedía la visibilidad, quedó en algo más de 400 kilómetros cronometrados y no vivió el esperado asalto de los Mitsubishi, puesto que los Volkswagen aguantaron el tirón.

Sólo el francés Stéphane Peterhansel rompió el monopolio de los Tuareg, gracias a una segunda plaza que le coloca como el mejor de los Montero, a 24:38 del líder. El madrileño no ocultó su satisfacción por su actuación en lo que va de rally, donde mantiene intactas sus opciones de victoria, aunque aguarda una ofensiva de los Montero en las próximas tres etapas, todas ellas auténticos infiernos mauritanos. El ataque podrá venir de Peterhansel o del defensor del título, el francés Luc Alphand, cuarto en la general a más de media hora.

Pero no del español Nani Roma, tercero de la pasada edición, que volcó a 295 kilómetros del inicio de la cronometrada y tuvo que esperar durante horas la llegada de las asistencias, por lo que llegó a Atar con un retraso suficiente como para considerar imposible su victoria en el Lago Rosa. Tampoco festejará su quinto Dakar el finés Ari Vatanen, que se retiró después de que su Tuareg echara a arder. Desaparece de los primeros puestos de la general es el portugués Carlos Sousa, tercer hasta ahora, que protagonizó la anécdota de la jornada al perder a su copiloto, el alemán Andy Schultz, que había bajado del coche para sacarlo de un atranque.

Tras varios minutos de jugar al perro y al gato entre las dunas, el equipo se reconstituyó, pero llegó a Atar con dos horas y media de retraso. Tampoco están claras las cosas en motos, donde Despres llama a la puerta de lo que se perfilaba como un mano a mano español entre Coma y Esteve. El francés, que salía por detrás de los favoritos en la etapa, decidió no seguir las roderas de los otros, una táctica que le dio resultado, puesto que ganó la etapa y recortó doce minutos y medio a Coma, aunque todavía se encuentra a tres cuarto de hora del liderato.

El subcampeón del año pasado y ganador hace dos se mostró muy enfadado por la supresión de parte de la especial, porque sentía que podía recuperar más tiempo a sus rivales. Esteve arrancó poco más de un minuto y todavía tiene casi once de desventaja, mientras que su supuesto "mochilero", el francés David Casteu, sigue tercero a más de media hora. Sin "mochilero" tendrá que afrontar el resto del rally Coma, puesto que el suyo, Jordi Viladoms, sufrió una dura caída que le provocó fractura del codo izquierdo y doble en la mano derecha, por lo que, tras haber ganado ayer su primera etapa en el Dakar, fue repatriado a un hospital de Las Palmas de Gran Canaria.