David Ferrer ha reconocido que es una meta muy difícil volver a ser uno de los cuatro mejores tenistas del mundo y por eso se limita a disfrutar su juego. "Está difícil, hay grandísimos jugadores. Aunque ya fui el cuatro del mundo –en mayo de 2008–, volver ahí parece muy complicado. Quiero disfrutar y aguantar los años que me quedan", ha dicho el jugador, en declaraciones que recoge Efe, tras debutar con victoria (6-1 y 6-3) sobre el rumano Adrian Ungur en el Abierto de México.
Pese a que el alicantino mostró buen nivel para superar a Ungur, se ha negado a hablar de sus propósitos en el torneo porque prefiere ir paso a paso. "Me veo jugando el miércoles contra el mexicano Santiago González. No veo más allá porque lo demás queda lejos, hay que pensar día a día", ha manifestado.
Después de jugar en Acapulco, Ferrer será una de las principales bazas del equipo español en la primera ronda de la Copa Davis contra Bélgica, del 4 al 6 de marzo en el Spiroudome de Charleroi. "Jugaremos fuera de casa y eso es complicado, ellos están acostumbrados a las pistas rápidas y será difícil. La Davis es muy especial, jugar por tu país es lo más grande y estoy motivado", ha concluido.