En el partido jugado en Áncash, noreste de Lima, cuatro jugadores del Acosvinchos cayeron desmayados en la cancha a pocos minutos del final. Tras ser trasladados al hospital, el médico del equipo visitante denunció que todo hacía indicar que los futbolistas afectados habían bebido agua de una botella que les había facilitado un asistente del adversario, y ha señalado que los síntomas hacían pensar en que se trataba de algún tipo de somnífero.
El directivo del Acosvinchos ha afirmado que los resultados de los exámenes realizados en el hospital coinciden con la teoría del médico: "Lo que pasó fue que algunos bebieron el líquido que el personal médico del Áncash les facilitó y luego sintieron mareos, náuseas y se desvanecieron en la cancha", ha dicho a la radio CPN.
La afirmación de Ibáñez salió al paso de lo dicho por el presidente del Sport Ancash, Pepe Mallqui, quien culpó de lo ocurrido a los alimentos ingeridos por los jugadores de Acosvinchos antes del partido. "Los jugadores almorzaron muy tarde, cerca de las dos de la tarde. Comieron pollo a la brasa con condimentos y minutos más tarde ingirieron Digestase, Sal de Andrews. Junto al desgaste físico y a la deshidratación, eso debe haber ocasionado el desvanecimiento de estos jóvenes", ha afirmado Mallqui.
Ibáñez ha negado que sus jugadores hubieran almorzado pollo a la brasa antes del partido, ya que este "tiene ingredientes que afectan la salud del deportista antes de un encuentro". El dirigente del Acosvinchos ha dicho que presentará vídeos a la Federación Peruana de Fútbol que confirman su denuncia con el objetivo de anular el partido que perdieron por 3-0.
La historia recuerda a lo acontecido en el Mundial de Italia 90 entre Brasil y Argentina. Muchos años después, Maradona confesó que les habían ofrecido agua adultarada a los jugadores cariocas, aunque este extremo nunca se confirmó.
El Sport Áncash ocupa actualmente la segunda plaza de la clasificación de la segunda división peruana, con 38 puntos, mientras que el Acosvinchos es tercero, con 36.