L D (EFE) Gica no duda a la hora de afirmar que se producirá la venta del paquete accionarial de Torres, máximo mandatario y accionista del club azulón: "No sé qué habrá pasado. Yo me pongo en la situación del 'presi' y quizás hubiera hecho lo mismo. Ha cumplido un ciclo, ha hecho grande al Getafe y él ha pensado que es hora de irse, hay que respetarle". "Ha hecho un grandísimo trabajo, si este club ha llegado donde ha llegado es por él y por nosotros, los que hemos sacado a este equipo de Segunda y lo hemos metido en la máxima categoría", apunta el rumano, que pasaba a criticar la actitud de Torres con respecto a su continuidad en el Getafe.
Según Craioveanu, que ha estado en el Getafe cuatro años, "el presi" le habría ofrecido continuar en la disciplina del club como vicepresidente o responsable de las categorías inferiores cuando se retirase, oferta que parece haber cambiado sin comunicárselo al jugador antes. "Tenía que habérmelo dicho a mí. Me enteré ayer por el As de que no iba a seguir. Me ha dolido mucho porque él siempre me prometió que el primero en enterarme iba a ser yo. La verdad es que no me he encontrado muy a gusto. Ha tomado esta decisión y a mí me perjudica muchísimo. Yo también tengo mis sentimientos y después de cuatro años, no se puede echar a una persona así", dice.
Y añadía: "Siempre ha dicho, en palabras textuales, que Gica se quedará conmigo hasta que él quiera y yo creo que no he hecho nada que pueda perjudicar a este club, todo lo contrario. He dado todo, absolutamente todo por este club en estos cuatro años. Este es uno de mis peores días. Pero soy una persona muy positiva y estoy seguro de que recuperaré la sonrisa pronto".
El ariete, ex jugador, entre otros, del Universidad de Cracovia (1990-1995), Real Sociedad (1995-1998) y Villarreal (1998-2002), cuelga las botas a los 38 años, después de haber renovado una temporada más con el Getafe el año pasado, algo de lo que se arrepiente, por lo poco que ha contado con él el técnico Bernd Schuster. "La verdad es que me siento poco partícipe, casi no he jugado. De 34 partidos sólo he jugado 12, un total de 196 minutos. Estoy triste porque no he aportado nada. He trabajado todos los días, mi comportamiento ha sido ejemplar dentro y fuera del campo y creo que podría haber aportado mucho más", observa.
"Quizás merecía muchas más oportunidades de las que he tenido. Soy un tío que me como mucho la cabeza y sufro mucho. Siempre he dicho que del fútbol hay que salir por la puerta grande, y este año quizás me equivoqué en seguir", agrega. Al rumano, que espera que "la gente se quede con una imagen de buen jugador y mejor persona", le hubiera gustado que el homenaje que supuestamente le brindará el Getafe fuera con algunos de sus ex compañeros, y no con el Vitoria de Guimaraes portugués, el próximo 30 de mayo.
"Di la palabra a mis amigos y se ha complicado por el Mundial. Respeto mucho al Vitoria de Guimaraes, pero no ha sido un club importante en mi carrera como jugador. Quería despedirme con mi gente, con los compañeros con los que he compartido vestuario. Creo que se jugará el 30 de mayo. Espero que pasemos un rato agradable y que me pueda despedir de la gente y del fútbol", declaraba. Parece que el futuro de Gica pasa por ser entrenador: "Voy a estar unos meses tranquilo. Intentaré seguir ligado al mundo del fútbol, creo que me voy a sacar el título de entrenador. Con el tiempo, ojalá pueda entrenar a algún equipo. Estoy todavía con el gusanillo del fútbol, me gustaría jugar, pero no me veo con fuerzas ahora mismo para pensar en otro equipo".
Craioveanu también cree que la afición del Getafe, con la que ha vivido el ascenso a Primera División, le echará de menos: "la gente me echará de menos porque me lo ha demostrado cuando he estado jodido este año, cuando salía a calentar y todo el mundo me animaba. El cariño de la gente no se paga con nada en el mundo".
Según Craioveanu, que ha estado en el Getafe cuatro años, "el presi" le habría ofrecido continuar en la disciplina del club como vicepresidente o responsable de las categorías inferiores cuando se retirase, oferta que parece haber cambiado sin comunicárselo al jugador antes. "Tenía que habérmelo dicho a mí. Me enteré ayer por el As de que no iba a seguir. Me ha dolido mucho porque él siempre me prometió que el primero en enterarme iba a ser yo. La verdad es que no me he encontrado muy a gusto. Ha tomado esta decisión y a mí me perjudica muchísimo. Yo también tengo mis sentimientos y después de cuatro años, no se puede echar a una persona así", dice.
Y añadía: "Siempre ha dicho, en palabras textuales, que Gica se quedará conmigo hasta que él quiera y yo creo que no he hecho nada que pueda perjudicar a este club, todo lo contrario. He dado todo, absolutamente todo por este club en estos cuatro años. Este es uno de mis peores días. Pero soy una persona muy positiva y estoy seguro de que recuperaré la sonrisa pronto".
El ariete, ex jugador, entre otros, del Universidad de Cracovia (1990-1995), Real Sociedad (1995-1998) y Villarreal (1998-2002), cuelga las botas a los 38 años, después de haber renovado una temporada más con el Getafe el año pasado, algo de lo que se arrepiente, por lo poco que ha contado con él el técnico Bernd Schuster. "La verdad es que me siento poco partícipe, casi no he jugado. De 34 partidos sólo he jugado 12, un total de 196 minutos. Estoy triste porque no he aportado nada. He trabajado todos los días, mi comportamiento ha sido ejemplar dentro y fuera del campo y creo que podría haber aportado mucho más", observa.
"Quizás merecía muchas más oportunidades de las que he tenido. Soy un tío que me como mucho la cabeza y sufro mucho. Siempre he dicho que del fútbol hay que salir por la puerta grande, y este año quizás me equivoqué en seguir", agrega. Al rumano, que espera que "la gente se quede con una imagen de buen jugador y mejor persona", le hubiera gustado que el homenaje que supuestamente le brindará el Getafe fuera con algunos de sus ex compañeros, y no con el Vitoria de Guimaraes portugués, el próximo 30 de mayo.
"Di la palabra a mis amigos y se ha complicado por el Mundial. Respeto mucho al Vitoria de Guimaraes, pero no ha sido un club importante en mi carrera como jugador. Quería despedirme con mi gente, con los compañeros con los que he compartido vestuario. Creo que se jugará el 30 de mayo. Espero que pasemos un rato agradable y que me pueda despedir de la gente y del fútbol", declaraba. Parece que el futuro de Gica pasa por ser entrenador: "Voy a estar unos meses tranquilo. Intentaré seguir ligado al mundo del fútbol, creo que me voy a sacar el título de entrenador. Con el tiempo, ojalá pueda entrenar a algún equipo. Estoy todavía con el gusanillo del fútbol, me gustaría jugar, pero no me veo con fuerzas ahora mismo para pensar en otro equipo".
Craioveanu también cree que la afición del Getafe, con la que ha vivido el ascenso a Primera División, le echará de menos: "la gente me echará de menos porque me lo ha demostrado cuando he estado jodido este año, cuando salía a calentar y todo el mundo me animaba. El cariño de la gente no se paga con nada en el mundo".