L D (EFE) Es la cuarta vez, desde que se instauró el formato del Grupo Mundial en 1981, que España accede a las semifinales de esta competición, ronda en la que se enfrentará, del 19 al 21 de septiembre en Barcelona, a Argentina, que ha eliminado en Rusia a Buenos Aires. Aunque todavía tienen lagunas en su juego como pareja y se nota falta de compenetración en jugadas claves, Alex y Albert han jugado mucho mejor que en su debut como pareja oficial en la eliminatoria contra Bélgica en Sevilla en febrero, cuando sufrieron para vencer a Olivier Rochus y Kristof Vliegen por un apurado y agónico 6-4, 4-6, 6-3, 3-6 y 8-6. Aquel partido sirvió sin duda como aviso, no sólo a los capitanes españoles, sino también a los propios jugadores, que había que mejorar a marchas forzadas. Después han participado en cuatro torneos, Rotterdam (cuartos de final), Scottsdale (primera ronda), Indian Wells (segunda ronda) y Cayo Vizcaíno (primera), y aunque no han logrado título alguno, si se han fogueado con parejas de nivel como las formadas por Roger Federer-Max Mirnyi o Jonas Bjorkman-Todd Woodbridge y Wayne Black-Kevin Yllyet con derrotas honrosas.
Esa preparación les ha proporcionado más movilidad, mejor situación en la pista y, sobre todo algo, más de seguridad para resolver los puntos. Les queda todavía definir mucho más en la red e intentar cruzarse con más asiduidad, pero esos detalles pueden mejorarse si continúan jugando en el circuito. Por lo pronto, en las casi dos horas de partido, no han perdido una sola vez su servicio y han desbaratado los cinco puntos de ruptura que han dispuesto los croatas, tres de ellos con saque de Costa en el quinto juego del primer set, y dos de Corretja en el séptimo del segundo, un despliegue sensacional. El doble croata, formado a la carrera tras la baja de su líder Goran Ivanisevic, ha fracasado en sus dos jugadores. Lovro Zovko, sustituto del ex campeón de Wimbledon, ha sido el más débil al ceder cuatro veces su saque, lo que ha servido para que España se apuntase cada manga, pero Ljubicic tampoco ha estado acertado, y aunque no ha perdido nunca el suyo, su letal y relampagueante servicio ha brillado esta vez por su ausencia.
Si en el partido contra Moyá Ljubicic había conseguido 19 aces , este sábado sólo ha logrado tres, y además ha estado menos inspirado y rápido. Su bajo rendimiento lo ha notado el equipo, y por si fuera poco perdía los estribos en el tercer set y recibía un aviso del juez de silla por lanzar la bola al público. Estas ayudas croatas, sumadas al acierto de la pareja española, en especial de Corretja, que colocaba dos globos ajustadísimos y espectaculares en el primer juego del tercer set, terminaban por sentenciar la contienda de una forma efectiva e inesperadamente rápida, pues si Croacia tenía en principio un punto accesible, era éste precisamente. Con el 3-0 en la eliminatoria, es posible que los partidos del domingo sufran alguna variación, y que Albert Costa, tal y como él mismo había sugerido durante el sorteo, pueda disputar alguno de los encuentros individuales.
Esa preparación les ha proporcionado más movilidad, mejor situación en la pista y, sobre todo algo, más de seguridad para resolver los puntos. Les queda todavía definir mucho más en la red e intentar cruzarse con más asiduidad, pero esos detalles pueden mejorarse si continúan jugando en el circuito. Por lo pronto, en las casi dos horas de partido, no han perdido una sola vez su servicio y han desbaratado los cinco puntos de ruptura que han dispuesto los croatas, tres de ellos con saque de Costa en el quinto juego del primer set, y dos de Corretja en el séptimo del segundo, un despliegue sensacional. El doble croata, formado a la carrera tras la baja de su líder Goran Ivanisevic, ha fracasado en sus dos jugadores. Lovro Zovko, sustituto del ex campeón de Wimbledon, ha sido el más débil al ceder cuatro veces su saque, lo que ha servido para que España se apuntase cada manga, pero Ljubicic tampoco ha estado acertado, y aunque no ha perdido nunca el suyo, su letal y relampagueante servicio ha brillado esta vez por su ausencia.
Si en el partido contra Moyá Ljubicic había conseguido 19 aces , este sábado sólo ha logrado tres, y además ha estado menos inspirado y rápido. Su bajo rendimiento lo ha notado el equipo, y por si fuera poco perdía los estribos en el tercer set y recibía un aviso del juez de silla por lanzar la bola al público. Estas ayudas croatas, sumadas al acierto de la pareja española, en especial de Corretja, que colocaba dos globos ajustadísimos y espectaculares en el primer juego del tercer set, terminaban por sentenciar la contienda de una forma efectiva e inesperadamente rápida, pues si Croacia tenía en principio un punto accesible, era éste precisamente. Con el 3-0 en la eliminatoria, es posible que los partidos del domingo sufran alguna variación, y que Albert Costa, tal y como él mismo había sugerido durante el sorteo, pueda disputar alguno de los encuentros individuales.