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Consternación en Argentina por la muerte de dos hinchas

La muerte de dos hinchas del Newell´s Old Boys tras un choque entre barras bravas de ese equipo y del River Plate ha causado consternación en Argentina y desnuda la desorientación de las autoridades en cuanto a la forma de frenar la violencia que existe alrededor del fútbol.

L D (EFE) Los hinchas murieron el domingo en una refriega que se produjo a unos 100 kilómetros de Buenos Aires, en las inmediaciones de un puesto de peaje de una carretera, cuando los miembros de los grupos violentos de ambos clubes se trasladaban en autobuses. Los del Newell´s viajaban a Buenos Aires, donde el equipo jugaba con el Boca Juniors, y los del River a Rosario, para el partido de la décima jornada del torneo Clausura con el Rosario Central.

Tras el choque, que duró unos veinte minutos y que terminó cuando llegaron al lugar dos móviles de la policía, fueron detenidos alrededor de 900 personas, las cuales han quedado en libertad después de someterse a los interrogatorios de los funcionarios de la justicia. Las víctimas han sido identificadas como Claudio Ponce, de 21 años, y Claudio Pucheta, de 29. El primero murió como consecuencia de las heridas provocadas por armas blancas y el segundo a causa de un golpe que recibió en la cabeza. Hubo, además, 13 heridos. Fuentes judiciales han indicado que los hinchas interrogados demostraron muy poca colaboración y en la mayoría de los casos aseguraron no recordar los hechos y tampoco haber visto los momentos que se produjeron los asesinatos.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Juan Pablo Cafiero, ha dicho que el enfrentamiento "pudo haberse evitado" y se queja porque el Comité de Seguridad bonaerense "no es escuchado" por el Comité Nacional de Seguridad y tampoco por los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). "Esto se podría haber evitado, creo que fue un error fatal la coincidencia del horario de los partidos y la policía hace lo que puede con los recursos que tiene. No se puede poner un policía por metro, mientras además tiene que cuidar a otros 15 millones de personas" en el distrito, ha dicho Cafiero.

Al enterarse de estas declaraciones, el presidente de la AFA, Julio Grondona, manifestaba su desacuerdo al decir que "entonces hay que dejar de jugar" al fútbol. "Nosotros estamos en permanente contacto con las autoridades, pero la gente está mal, tiene problemas. Y en la calle hay verdaderos animales", indicaba el dirigente. El secretario de estado de Deportes, Daniel Scioli, insiste en la necesidad de modificar la actual ley y de aumentar las penas para aquellas personas que protagonicen hechos de violencia en los estadios. El fiscal Marcelo Pernisi, de la ciudad de Zárate, en cuya jurisdicción se produjeron los hechos, manifestaba su sospecha de que el choque de hinchas violentos fue planificado entre los miembros de las barra bravas de ambos clubes.

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