L D (Agencias) Entre sus principales logros como jugadora profesional está el título de Wimbledon 1994, los cinco títulos de la Copa Federación (1991, 1993, 1994, 1995 y 1998) y tres medallas olímpicas. Además, fue finalista en otros dos torneos del Grand Slam, Australia 1998 y Roland Garros 2000. Sus mejores años como tensita llegaron entre 1989 y 1998. Fue entonces una de las diez mejores raquetas del mundo. El segundo puesto lo alcanzó en octubre de 1995.
Conchita afirma que no ha sido una decisión "fácil", pero que "siempre tiene que haber un final" y agradeció el apoyo que ha recibido durante toda su carrera en especial por sus padres que le dieron la oportunidad de "jugar al tenis que es lo que más me gusta en la vida y a ser la persona que soy hoy". La oscense reconoce que el "tenis se había convertido en mi vida desde los nueve años", un día antes de cumplir su trigésimo cuarto aniversario anunciaba que "es un buen momento para decir adiós" una decisión que aseguró la ha tomado con "la cabeza y el corazón", aunque se dejó una puerta a la posibilidad de continuar en el dobles una vez se recupere de la intervención a la que será sometido en el tendón de Aquiles izquierdo.
En la hora del adiós, y a pesar de reconocer que "existieron momentos muy duros", reconoce que se queda con los "éxitos que me han llenado como persona y como tenista" y entre ellos recordó los 33 títulos individuales, los 13 de dobles, las finales en el Abierto de Australia y Roland Garros, el número dos del mundo, las cinco Copas Federación y, sobre todo, su victoria en Wimbledon, recuerdos que siempre "quedarán conmigo y fueron un sueño". De su victoria en el All England Club, que le convirtió en la única española que consiguió dicho hito, recordaba: "Estaba más preocupada por cómo hacer el saludo a Lady Di que de otra cosa. Había jugado grandes partidos durante todo el torneo y cuando llegué al último punto ante Navratilova me entró un escalofrío, algo similar a lo que me sucede cada vez que lo recuerdo", comenta.
A Conchita le han faltado pocos retos por conseguir, mirando hacia atrás reconoce que siempre sientes "la oportunidad de ganar más cosas, pero me siento afortunada por jugar al tenis de la manera que lo he hecho y de haber conseguido los éxitos con los que al principio no podía ni soñar". "Me siento una privilegiada y afortunada", añadía. La tenista de Monzón, premio Princesa Sofía en el 95, reconoce que el "estar arriba tanto tiempo como el que estuve desgasta y es un sacrificio muy grande, por eso cada vez te cuesta más trabajo encontrar la mentalización necesaria para continuar".
Después de 18 años la aragonesa ha visto enfrente de su raqueta a distintas generaciones pero no lo duda "me gustaba más el tenis de hace siete o diez años". "Ahora la gente está mejor preparada físicamente, no quiero decir que todo esté mal orientado, pero yo creo que todas las jugadoras son similares, antes había mayor variedad", comenta. Conchita reconoce que ya valoró la opción de la retirada al comienzo de la pasada temporada aunque al final señaló que se alegró de seguir porque conquistó un título más, el de Pattaya. "Me lo pensé mucho si tenía que empezar el año, pero al final encontré fuerzas para entrenar y aún con molestias las cosas me fueron bastante bien", apunta.
La de Monzón afirma que seguirá involucrada con el mundo del tenis "porque es lo que más me gusta" y aseguro que ya trabaja en un "proyecto a largo plazo con el Gobierno de Aragón", aunque tampoco descartó la opción de ser entrenadora de alguna jugadora porque afirma quiere "devolverle al tenis parte de lo que me dio".
Por último, Conchita no considera que el tenis español "esté en un mal momento. Anabel Medina está entre las 30 primeras y es difícil llegar hasta ahí, pero lo que no es bueno son las comparaciones con Conchita o Arantxa". En su despedida, la tenista aragonesa estuvo arropada por sus padres, el presidente de la Real Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz, el ex presidente Agustín Pujol, el director general de deportes de la Comunidad Valenciana, David Sierra, el capitán de Copa Davis Emilio Sánchez Vicario o el tenista Alex Corretja.