L D (EFE) Ha sido un triunfo histórico en un día complicado para Cipollini, pues no podía ocultar su decepción en la salida de la jornada que se ha iniciado en Arezzo y ha terminado en Montecatini Terme, tras 160 kilómetros de viaje, en los que invertido un tiempo de tres horas, 41 minutos y 58 segundos. La jornada ha sido una especie de homenaje al legendario Gino Bartali, que falleció hace tres años y vencedor, entre otras muchas carreras, de tres Giros de Italia y dos Tours. Los organizadores del Giro planean que una etapa o una salida tenga siempre como escenario una localidad de la Toscana natal del mítico corredor italiano. Tras ese recuerdo a Bartali y la confirmación de que la organización del Tour de Francia, por el momento, no cuenta para la próxima edición con el conjunto italiano Domina Vacanze que lidera Cipollini, actual campeón del mundo, comenzó la jornada con bastante más tensión que en días anteriores.
Se sucedieron los ataques desde el banderazo de salida, casi siempre con Elio Aggiano como protagonista, pero no llegaron a prosperar debido, especialmente, al control del equipo de Mario Cipollini, dolido y rabioso por esa noticia que recibió poco antes de dirigirse al control de firma. La escapada de la jornada llegó hacia el kilómetro 60, cuando otro conocido de los aficionados españoles, el italiano Bruseghin, compañero de Aitor González y Dario Frigo en el Fassa Bortolo, atacó, ya con libertad de movimientos tras lo sucedido en el Terminillo, puerto en el que se esfumaron las opciones de González y de Frigo de estar en el podio final. Al tirón sólo pudieron responder Brozyna, Faresin y poco después Miholievic, Casar y Sacchi. Hubo buen entendimiento entre ellos y ligero desconcierto en el grupo, pues el Domina de Cipollini había levantado el pie y el resto de equipos con velocistas no estaban por la labor de coger el relevo.
Ese momento de duda permitió que los seis escapados abrieran un hueco de hasta dos minutos a falta de 60 kilómetros para el final. Nuevamente el Domina cogió las riendas y organizó la neutralización, pues fueron entrando otros equipos como el Fassa Bortolo de Petacchi, el Kelme Costa Blanca de Isaac Gálvez y el Lotto de Robbie McEwen, echando abajo esa aventura de Bruseghin y compañía. En los últimos kilómetros hubo de todo. A la guerra de tácticas para preparar la llegada se unió el rifirrafe que mantuvieron el letonio Andris Nauduzs y el italiano Petacchi, vencedor de tres etapas y líder durante seis días. Nauduzs dio un codazo a Petacchi para hacerse hueco y luego, el italiano le devolvió el golpe, dos acciones que según el reglamento conllevan la expulsión de carrera. Nauduzs provocó una caída masiva al trazar una curva en el último kilómetro y dejó cortado a medio pelotón, entre ellos a los dos primeros de la general, Garzelli y Simoni. Quien no falló fue Mario Cipollini. Tras el triunfo de la jornada anterior que supuso igualar el récord, entre ceja y ceja tenía batirlo en Montecatini, una localidad cercana a su Lucca natal.
Este martes se disputará la décima etapa, considerada de media montaña. Los 202 kilómetros que unen Montecatini Terme con Faenza están jalonados por cuatro puertos puntuables de segunda categoría y varios toboganes, especialmente en el tramo final. Se trata de los altos de Casaglia (en el kilómetro 91 y con un desnivel medio del 4,7% y máximo del 9%), Carnevale (km. 114 y pendiente media del 6,4% y máxima del 10%), Albano (km. 143 y desnivel medio del 4,2% y máximo del 9%) y Trebbio (km. 178 con un 6,7% de media y 15% de pendiente máxima).
Se sucedieron los ataques desde el banderazo de salida, casi siempre con Elio Aggiano como protagonista, pero no llegaron a prosperar debido, especialmente, al control del equipo de Mario Cipollini, dolido y rabioso por esa noticia que recibió poco antes de dirigirse al control de firma. La escapada de la jornada llegó hacia el kilómetro 60, cuando otro conocido de los aficionados españoles, el italiano Bruseghin, compañero de Aitor González y Dario Frigo en el Fassa Bortolo, atacó, ya con libertad de movimientos tras lo sucedido en el Terminillo, puerto en el que se esfumaron las opciones de González y de Frigo de estar en el podio final. Al tirón sólo pudieron responder Brozyna, Faresin y poco después Miholievic, Casar y Sacchi. Hubo buen entendimiento entre ellos y ligero desconcierto en el grupo, pues el Domina de Cipollini había levantado el pie y el resto de equipos con velocistas no estaban por la labor de coger el relevo.
Ese momento de duda permitió que los seis escapados abrieran un hueco de hasta dos minutos a falta de 60 kilómetros para el final. Nuevamente el Domina cogió las riendas y organizó la neutralización, pues fueron entrando otros equipos como el Fassa Bortolo de Petacchi, el Kelme Costa Blanca de Isaac Gálvez y el Lotto de Robbie McEwen, echando abajo esa aventura de Bruseghin y compañía. En los últimos kilómetros hubo de todo. A la guerra de tácticas para preparar la llegada se unió el rifirrafe que mantuvieron el letonio Andris Nauduzs y el italiano Petacchi, vencedor de tres etapas y líder durante seis días. Nauduzs dio un codazo a Petacchi para hacerse hueco y luego, el italiano le devolvió el golpe, dos acciones que según el reglamento conllevan la expulsión de carrera. Nauduzs provocó una caída masiva al trazar una curva en el último kilómetro y dejó cortado a medio pelotón, entre ellos a los dos primeros de la general, Garzelli y Simoni. Quien no falló fue Mario Cipollini. Tras el triunfo de la jornada anterior que supuso igualar el récord, entre ceja y ceja tenía batirlo en Montecatini, una localidad cercana a su Lucca natal.
Este martes se disputará la décima etapa, considerada de media montaña. Los 202 kilómetros que unen Montecatini Terme con Faenza están jalonados por cuatro puertos puntuables de segunda categoría y varios toboganes, especialmente en el tramo final. Se trata de los altos de Casaglia (en el kilómetro 91 y con un desnivel medio del 4,7% y máximo del 9%), Carnevale (km. 114 y pendiente media del 6,4% y máxima del 10%), Albano (km. 143 y desnivel medio del 4,2% y máximo del 9%) y Trebbio (km. 178 con un 6,7% de media y 15% de pendiente máxima).