El París Saint-Germain no se resigna y lucha con todas sus armas para intentar renovar a Kylian Mbappé.
Pesos pesados de Qatar viajaron a París para reunirse con el entorno del crack galo. Su contrato finaliza el 30 de junio y muchos creen que ya ha firmado con el Real Madrid. En París, desesperados, casi se ponen de rodillas para suplicar a su estrella que no se marche gratis. Para los dueños del PSG es fundamental que Mbappé renueve al menos un año y llegue al Mundial representando al conjunto parisino. Es una cuestión vital para ellos.
Según informa L'Équipe, Mbappé ha pedido cuatro condiciones imprescindibles para poder retomar su postura y ampliar su contrato con su actual equipo. La primera de ellas tiene que ver con la exigencia de ser tratado como el número 1. Ser la imagen del club y tener estatus de máxima estrella, lo que implica, por ejemplo, no adaptar su posición por la izquierda, por el centro o por la derecha, en función de la disposición de Messi y Neymar. Además, él sería el nuevo encargado de tirar los penaltis.
En segundo lugar Kylian exige mucho más compromiso y mano dura en el día a día. Mbappé considera que hay algunos jugadores que tienen privilegios y esto debe terminar. Desde la puntualidad en los entrenos a los días libres concedidos. Las normas deben ser mucho más estrictas.
El PSG, además, le habría propuesto ser el lanzador de penaltis, algo que él vería con buenos ojos, puesto que este privilegio en el Real Madrid sería más difícil de obtener.
En tercer lugar, Mbappé considera que el club francés debe dar una vuelta de tuerca a los fichajes. No gustó nada a buena parte del vestuario la incorporación de Sergio Ramos, al que el PSG buscará destino este mismo verano.
Por último, además de un salario a la altura, siendo el futbolista mejor pagado del mundo, con una prima de renovación que llegaría a los 30 millones de euros, Mbappé exige un contrato corto -renovación hasta 2024- con una cláusula de rescisión asequible por si decide marcharse tras la disputa del Mundial de Qatar.