Pudo ser mejor, pero lo cierto es que el Real Madrid se va con vida de París. El 1-0 no es ni mucho menos definitivo. Lo marcó Kylian Mbappé en el minuto 93, cuando este primer asalto de octavos de final de la Champions parecía abocado a acabar sin goles, para empezar dando ventaja a un París Saint-Germain que pudo golear esta noche en el Parque de los Príncipes. Los de Mauricio Pochettino remataron más de veinte veces a puerta por sólo tres intentos de los blancos, que se mostraron inoperantes en ataque. Incluso Messi falló un penalti a la hora de partido. O, mejor dicho, se lo paró Thibaut Courtois al adivinarle las intenciones al argentino. De no ser por el cancerbero belga, los de Ancelotti habrían salido goleados en la capital francesa.
La peor noticia para el Madrid es la de las bajas para el partido de vuelta, el próximo 9 de marzo en el Santiago Bernabéu. Casemiro y Mendy vieron la amarilla y no podrán jugar el segundo choque frente al PSG. Dos bajas importantísimas: el brasileño fue de menos a más y firmó una gran última media hora para sostener a los suyos, mientras que el francés, que regresaba tras lesión, es con diferencia el jugador que más seguridad da a su equipo en el lateral izquierdo. Algo tendrá que improvisar Ancelotti dentro de tres semanas.
Benzema no fue la solución
El técnico italiano, que apostó por Marco Asensio para la banda derecha, recuperaba para este partido a Mendy y también a Benzema, cuya ausencia han acusado los blancos de manera notable en los tres últimos encuentros —ante el Athletic de Bilbao en la Copa del Rey y frente al Granada y Villarreal en Liga—. Pero el galo no fue la solución a los males del conjunto madridista en la ofensiva. Bien controlado, apenas pudo dejar destellos de calidad. Peor aún fue el partido de Vinicius, inoperante en todo momento. Lo cierto es que el Madrid nunca consiguió inquietar a Donnarumma, que fue un espectador más.
Todo lo contrario que el PSG, que fue un vendaval prácticamente desde el inicio. El Madrid pareció empezar teniendo la pelota, pero fue un mero espejismo. El equipo de Pochettino no tardó en hacerse con la posesión gracias a su presión altísima y a su agresividad, ahogando la salida de balón de un rival que apenas lograba salir siquiera de su área. Mbappé se movió como quiso y fue una auténtica pesadilla para Carvajal, que se las vio y se las deseó ante uno de los mejores futbolistas del mundo. Kylian desbordó cuantas veces quiso a un equipo desnortado y sin un plan establecido.
El Madrid defendió bastante bien, pero nunca apareció en ataque y tampoco encontraba conexión en las jugadas, fallando un montón de pases pese a que en el campo estaban Kroos y Modric. Así, el trece veces campeón de Europa acabó la primera parte pidiendo la hora. Di María había avisado en el minuto 5 y Mbappé, el gran protagonista de la noche, tuvo poco después (m.17) la ocasión más clara del primer tiempo con un remate bien desviado por Courtois, molestando lo justo Carvajal en defensa.
Para colmo, Casemiro fue amonestado y no podrá jugar la vuelta. Igual que en la segunda parte Mendy, en un partido que fue muy trabado para los blancos en todas las facetas.
Courtois, el mejor del Madrid
Courtois fue cogiendo protagonismo y detuvo en dos ocasiones a Mbappé con lanzamientos muy peligrosos a los pocos minutos de la reanudación. El horno estaba ya demasiado caliente y el portero belga se erigió en el héroe del Real Madrid. A la hora de partido llegó su momento cumbre cuando Carvajal derribó a Mbappé y el árbitro Daniele Orsato señaló penalti sin dudarlo. La pena máxima fue cosa de Messi, que se encontró con un muro. El argentino, que lleva ocho partidos sin marcar al Madrid, lanzó el penalti a su costado derecho, pero Courtois sacó la mano y mandó la pelota a córner. La celebración del Real Madrid pareció la de un gol a favor y el equipo creció con más posesión.
Algún balón a la contra, pero siempre en inferioridad, dio aire a un Real Madrid que ni con Rodrygo ni con Hazard pudo cambiar el guión del partido. Por su parte, Mbappé siguió a lo suyo, ahora con Neymar como socio al entrar al campo por Di María. El brasileño regresó a los terrenos de juego casi tres meses después de su lesión: salió desatado y no tardó en llevar mucho peligro al área rival.
Suerte para los blancos que estaba Militao, que hizo un partido colosal y pudo evitar un daño mayor. Sin embargo, cuando todo apuntaba al empate sin goles llegó el único gol del partido para los de Mauricio Pochettino. Un premio merecido. Una mala salida de balón condenó al Madrid por la banda derecha, la que dio problemas todo el partido. Neymar asistió con el tacón a Mbappé y éste se metió entre dos rivales —Lucas Vázquez y Militao— para batir por bajo a Courtois, sin que Fede Valverde tampoco pudiera detenerlo. El 7 del PSG hacía así justicia en el marcador y terminaba dando ventaja a los suyos de cara a la vuelta en el Bernabéu.
Una derrota que hurga aún más en la herida blanca porque los de Ancelotti sólo han marcado un tanto en sus últimos cuatro partidos —el de Marco Asensio frente al Granada—, con un balance de una victoria (frente a los nazaríes), un empate (en Villarreal) y dos derrotas (ante el Athletic de Bilbao en la Copa del Rey y la de esta noche contra el PSG). Los blancos tocaron techo con la Supercopa de España ante el Athletic, pero desde entonces —y ya han pasado seis partidos— no hacen más que encadenar un tropiezo tras otro, a excepción de la victoria contra el Granada y la agónica remontada frente al Elche en la Copa.
Ficha técnica
París Saint-Germain, 1: Donnarumma; Achraf, Marquinhos, Kimpembe, Nuno Mendes; Verratti, Danilo (Gueye, m.87) Paredes; Di María (Neymar, m.73), Messi y Mbappé
Real Madrid, 0: Courtois; Carvajal (Lucas Vázquez, m.72), Militao, Alaba, Mendy; Casemiro, Modric (Valverde, m.82), Kroos; Vinicius (Hazard, m.82), Benzema (Bale, m.87) y Asensio (Rodrygo, m.72)
Gol: 1-0, m.93: Mbappé
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Casemiro (m.38), Militao (m.51), Mendy (m.57) y Rodrygo (m.84), del Real Madrid; y a Verratti (m.40), Danilo (m.62), Kimpembe (m.84) y Paredes (m.90), del PSG
Incidencias: Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 47.000 espectadores