"Confío al cien por cien en los árbitros y en la UEFA". La frase es de Thomas Tuchel, entrenador del Chelsea, pronunciada el lunes en la previa del partido de ida de semifinales de Champions que su equipo disputará esta noche (21:00) contra el Real Madrid en el estadio Alfredo di Stéfano. Unas palabras que cobran mayor sentido después de todo el revuelo montado la semana pasada con la Superliga europea, un proyecto que acabó fracasando 48 horas después de su anuncio tras el abandono de los blues junto al resto de clubes ingleses (Manchester United, Manchester City, Liverpool, Tottenham y Arsenal), los tres italianos (Juventus, Inter de Milán y Milan) y el Atlético de Madrid.
De esta forma, de los 12 socios fundadores, sólo el Real Madrid y el Barcelona se mantienen fieles al proyecto de la Superliga.
Quien no se quiso mojar en el tema de posibles represalias arbitrales por parte de la UEFA fue Zinedine Zidane. El técnico francés aseguró el lunes en rueda de prensa que "el árbitro va a hacer su trabajo como siempre y nosotros tenemos que pensar solo en jugar al fútbol". "Si nos metemos a pensar que todo lo que están diciendo nos va a perjudicar, la liamos. Hay que pensar en jugar, que el árbitro va a hacer su trabajo y vamos a competir desde el minuto uno al final. No nos metemos en lo que no controlamos", apuntó el preparador del Real Madrid.
Pero, ¿quién es el árbitro del Real Madrid-Chelsea? Se trata del holandés Danny Makkelie, de 38 años, internacional desde 2011 y policía de profesión. Nacido en Willemstad —la capital de la isla caribeña de Curazao—, Makkelie ya ha pitado a los blancos esta temporada, en la vuelta de octavos de final contra el Atalanta en Valdebebas (3-1).
Este mismo curso también ha arbitrado los partidos Juventus-Barcelona (0-2), de la fase de grupos, y el Sevilla-Borussia Dortmund (2-3), ida de octavos de final.
Sin embargo, Makkelie saltó a la fama esta temporada por su grave error el pasado mes de marzo en el duelo Serbia-Portugal (2-2), de clasificación para el Mundial de Qatar 2022. En el tiempo de descuento, Cristiano Ronaldo marcó el gol que hubiera supuesto el 2-3 en el marcador, pero el árbitro holandés se equivocó al entender que el balón no había superado la línea de gol (sí lo hizo) y no concedió el tanto.
Ronaldo mostró su enfado abandonando el campo y tirando al suelo el brazalete de capitán. Después del encuentro, Makkelie reconoció públicamente su error, además de pedir perdón al seleccionador portugués, Fernando Santos, después del choque ante los serbios.