El Real Madrid vuelve a los cuartos de final de la Champions tres años después, tras haber caído en las últimas campañas en octavos frente al Ajax de Ámsterdam y el Manchester City. Los blancos han vuelto a ganar al Atalanta, esta vez por 3-1 en Valdebebas, tras firmar un partido muy completo, de menos a más, y que llena de moral al conjunto de Zinedine Zidane en su competición fetiche.
Los blancos no cayeron en la trampa de su atrevido rival pese a que la puesta en escena no presagiaba buenos augurios. Y es que el Atalanta salió en tromba ante un Madrid donde su entrenador volvió a apostar por los tres centrales —Nacho, Sergio Ramos y Varane—, como en el último duelo contra el Elche en este mismo escenario (2-1), y por Vinicius, dejando en el banquillo a Rodrygo y Marco Asensio. Y lo visto le acabó dando la razón a Zizou porque el brasileño firmó un gran partido gracias a su velocidad y desborde, además de provocar el penalti, transformado por Sergio Ramos, que supuso el 2-0 provisional al comienzo de la segunda mitad.
La noche fue más plácida de lo imaginado para el Madrid. Y eso que Gosens dispuso de una magnífica ocasión a los dos minutos, metiendo el miedo en el cuerpo al equipo blanco. El dominio del balón fue de los italianos hasta que se alcanzó la media hora de partido, cuando Modric y Kroos tomaron los mandos. El croata, más retrasado por la ausencia por sanción de Casemiro, fue creciendo con el paso de los minutos y dio más orden a los suyos. El Atalanta acabaría pagando con creces el tremendo desgaste que hizo en el primer tramo del choque.
Y así fue cómo el Madrid empezó a encontrar espacios y a llegar cada vez con más peligro a la portería de Sportiello. Mendy y Lucas Vázquez se sumaron constantemente al ataque para dar profundidad, gracias a la cobertura de los tres centrales. Y a diez minutos del descanso llegó un premio inesperado y más de media eliminatoria. Un regalo del portero visitante que fue aprovechado por Modric. El croata se la regaló a Benzema y éste no falló a puerta vacía.
Vinicius, decisivo
El gol fue un tesoro para el Madrid, que salió en la segunda parte sin perder la cabeza, consciente de su ventaja —sumada al gol de la ida—, pero con la intención de cerrar la eliminatoria para evitar sobresaltos de última hora. Vinicius la tuvo a los 52 minutos tras un carrerón de 70 metros. El brasileño lo hizo todo bien menos definir. Se quedó delante del meta italiano pero su remate se fue desviado. Poco después, rondando la hora de partido, el brasileño volvió a coger la moto, superó dos líneas rivales y terminó siendo derribado por Tolói sobre el área de castigo.
El de Sao Gonçalo fue el más destacado aunque sigue suspendiendo en la asignatura de la definición. Su acción terminó en penalti y Sergio Ramos, que no marcaba desde el 3 de noviembre, no perdonó desde los 11 metros para sellar el 2-0 y echar el candado a la eliminatoria.
El pase estaba más que asegurado y Zidane decidió mover el banquillo. El primer cambio fue, precisamente, el capitán Ramos, que dejó su puesto en el campo a Militao. El Real Madrid no bajó el pistón y con poco siguió generando ocasiones para ampliar su renta en el marcador. Benzema fue quien tuvo la más clara con un doble remate. El primero lo paró a bocajarro Sportiello y el segundo, en el rechace, acabó en la madera. Entre medias, los de Gian Piero Gasperini se volcaron en el campo contrario fruto de la desesperación.
Courtois, clave con dos paradas
Duván Zapata, suplente esta noche en el Alfredo Di Stéfano, pudo haber recortado distancias, pero Courtois también estuvo a la altura con dos paradas de mucho mérito, especialmente la segunda. El Real Madrid jugó un partido muy completo porque, además de emplearse a fondo en defensa y mantener la portería a cero, supo buscar la portería contraria pero sin volverse loco. Y el plan le salió a la perfección a Zidane, que vuelve a meter a los suyos entre los ocho mejores del Viejo Continente tras los fracasos de las dos últimas campañas.
Hubo picante en la recta final del choque con un golazo de falta de Luis Muriel a falta de siete minutos. Pero no hubo ni tiempo para ilusionarse porque, sólo un minuto después, llegó el 3-1. Una nueva internada de Lucas Vázquez la llevó Marco Asensio a buen puerto. El balear, recién entrado en el campo, fue quien puso la guinda con su gol, un remate con la zurda en el primer balón que tocó. Un merecido pase a cuartos para el Madrid, eliminado de la Copa del Rey y tercero en Liga a seis puntos de la cabeza —aún con opciones de hacerse con el título, lógicamente, cuando faltan once jornadas para el final—, pero que sigue vivo en su competición fetiche.
Ficha técnica
Real Madrid, 3: Courtois; Nacho, Varane, Sergio Ramos (Militao, m.64); Lucas Vázquez, Fede Valverde (Marco Asensio, m.82), Kroos, Modric, Mendy; Vinicius (Rodrygo, m.69) y Benzema
Atalanta, 1: Sportiello; Tolói (Palomino, m.61), Romero, Djimsiti; Mahle, De Roon, Pessina (Caldara, m.84), Gosens (Ilicic, m.57); Pasalic (Zapata, m.46), Malinovski; y Muriel (Miranchuk, m.84)
Goles: 1-0, m.34: Benzema; 2-0, m.60: Sergio Ramos, de penalti; 2-1, m.83: Muriel; 3-1, m.84: Marco Asensio
Árbitro: Danny Makkelie (Holanda). Mostró tarjeta amarilla a Fede Valverde (m.39), Nacho (m.73) y Kroos (m.76), del Real Madrid; y a Tolói (m.59), del Atalanta
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Alfredo di Stéfano, en Valdebebas (Madrid), a puerta cerrada