Zinedine Zidane no quiere ni ver a Gareth Bale. El técnico galo, en una decisión sorprendente, en la que parece que pesa más lo personal que lo deportivo, decidió descartar al extremo galés para el vital partido de este viernes ante el Manchester City.
Zidane convocó a 24 jugadores, incluido el sancionado Sergio Ramos o el central del filial Javi Hernández, y solo dejó fuera a Mariano- en plena cuarentena tras dar positivo por coronavirus-, James y Gareth Bale. Una decisión polémica y en la que parece pesar demasiado su inquina personal por un Bale que día a día, en cada entrenamiento, y como ha podido saber Libertad Digital de fuentes directas del conjunto merengue, demuestra que es uno de los jugadores del plantel que está en mejor forma física.
Prescindir de Bale ante el Manchester City, con un Eden Hazard aún renqueante de su maltrecho tobillo derecho, solo tiene una explicación: Zidane no cuenta con el galés y quiere mandarle un claro mensaje: coge la puerta y vete. La relación entre ambos es inexistente y el técnico francés no quiere, bajo ningún concepto, tenerlo a sus órdenes la próxima temporada. En las oficinas de Valdebebas ya saben que Zidane no está dispuesto a lidiar con esta situación una temporada más. El club es consciente que la situación es insostenible y que debe trabajar para encontrar una salida.
Bale, que ha firmado una discreta temporada, es un jugador que ya ha demostrado que en los momentos importantes siempre aparece. No parece muy inteligente apartarlo y señalarlo antes de un duelo tan importante como el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League ante el Manchester City, en el que el Madrid debe remontar el 1-2 de la ida.
Una decisión que es más incomprensible si cabe si se tiene en cuenta que Eden Hazard está entre algodones. Nunca sobra el talento ofensivo, y menos cuando debes remontar, pero con un Hazard renqueante, aún se hace más difícil de digerir la decisión de Zinedine Zidane. El verano será largo, el representante de Bale, Jonathan Barnett, ya ha asegurado que el galés, que tiene contrato hasta 2022 y tiene una ficha anual de 13 millones de euros netos por temporada, no tiene intención alguna de salir del Real Madrid este verano. Zidane, que ya ha lanzado su órdago, no está dispuesto a permitirlo.