El 18 de mayo de 1960, el Real Madrid conquistaba su quinta Copa de Europa con una goleada al Eintracht por 7-3 en Glasgow, en un partido que es considerado como la mejor final de la historia.
El 15 de mayo de 2002, los blancos ganaron su novena Copa de Europa tras derrotar al Bayer Leverkusen en Glasgow por 2-1. Fue la noche de la volea de Zidane y la de las paradas de San Iker Casillas.