Va apareciendo con cuentagotas, y aún queda mucho para que el Atlético de Madrid pueda hablar de su faro, de la estrella que les guía hacia las cotas más altas, pero si Joao Félix prolonga en este final de año lo que empezó a hacer en Villarreal y remató ante el Lokomotiv de Moscú, el Atlético cambiará la ansiedad por la adrenalina positiva. Porque Joao es eso, la inyección en el pecho que acelera para bien el corazón rojiblanco. Es la diferencia, la chispa y, sobre todo, lo imprevisible dentro de un equipo que en la mayoría de las ocasiones muestra todas sus cartas antes de tiempo.
Frente al Lokomotiv había dos posibilidades: marcar o morir en la Champions. Dirán ustedes que podía haber un término medio, y es cierto, pero es que este Atlético apenas ha mostrado algo así durante el curso. Si la pelotita tarda en entrar suele quedarse fuera de la portería rival el resto del choque y eso mismo ha pasado infinidad de veces esta temporada. En liga te crea dudas no marcar. En Champions, te elimina. Así de claro.
Con ese marcar o morir en el horizonte alguien tenía que aparecer. Igual que en 2017 todo el mundo miró a Griezmann y el francés no se dejó ver ante el Qarabag, en 2019, y con solo 20 años, Joao Félix notó que el foco le señalaba a él. Lejos de esconderse, este ‘7’ sí apareció desde el segundo 1 y a partir de él todo empezó bien para el Atético. Fue tan protagonista que hasta él fue el encargado de sacar de centro en el inicio del choque. Joao, sin temor alguno, cogió un remo con la derecha, el timón con la izquierda y lideró el barco del Cholo Simeone hacia los octavos de final de la Champions. ¿Sorteo difícil? Sí, pero mejor estar ahí por si las bolas y febrero sonríen por fin al Atlético de Madrid.
Antídoto luso contra la ansiedad goleadora
Primer minuto de partido, penalti a favor. En el 16, otro penalti más. Gol de Joao Félix, tanto de Morata y más de tres ocasiones claras del Atlético de Madrid. ¿Saben cuál fue el resultado al descanso en el Wanda Metropolitano? Un escaso e inmerecido 1-0 para el cuadro de Simeone.
Es increíble lo que le pasa al conjunto colchonero de cara a gol esta temporada. Ante el Lokomotiv llegó otro episodio del recurrente "quiero y no puedo" colchonero que atenaza al equipo, al banquillo y también a los aficionados. En el campo no saben si reír o llorar, en el cuerpo técnico ídem y en la grada… la grada sinceramente no puede decir demasiado porque el equipo lleva semanas jugando bastante bien al fútbol y eso, aunque no marque su equipo, provoca que la afición dude entre pitar o seguir aplaudiendo. Este deporte es así, si la pelota no entra puedes jugar como los ángeles que da igual y jugando de forma infernal, pero marcando, todo cambia y nadie te dice nada. Por eso el colchonero/a duda en sus críticas al equipo y no hay cosa peor en el fútbol que el murmullo. Que piten o que aplaudan, pero el dichoso murmullo…
Por suerte para el Atlético de Madrid su falta de gol no fue nuevamente extrema en una primera parte que merecía un 3-0 y acabó en 1-0. En el minuto 1, Joao Félix arrancó su exhibición particular siendo el más listo de la clase y provocando un penalti que no falló Trippier sino que detuvo con un paradón Kochenkov. Parada, balón al poste y ojo, ni un solo pie apoyado sobre la línea. En el VAR, silencio. Todo lo contrario que en el segundo penalti donde sí intervino y dio la primera oportunidad a Joao Félix de mostrar su personalidad.
Falta de gol endémica, un penalti ya fallado y un chaval de 20 años con la presión en su mochila. Lo que pasa es que este chico es diferente y cuando eso pasa, la presión se maneja de otra manera. Penalti raso de Joao, colocado al palo diestro sin adornos y 1-0 en el minuto 16. El luso, sin celebraciones desatadas. ¿Por qué? Porque sabe que está empezando a labrar su camino en el Atlético y no tiene pinta de que a Joao Félix se le suban los elogios a la cabeza por un buen partido. No se preocupen, si sigue así verán la sonrisa del ex del Benfica tras muchos goles rojiblancos.
A partir del gol de Joao Félix, el Atlético dio un paso más y siempre liderado por la brillante actuación de la perla portuguesa rozó el 2-0 en varias ocasiones. Joao tuvo dos, Thomas otra y a Morata le anularon un gol tras un fuera de juego de escuadra y cartabón. Ya en la segunda parte, mismo patrón de juego, idéntica superioridad local y el gol de Felipe que sentenció un choque que olía a Napalm al principio del mismo para finalmente terminar oliendo a un buen vino portugués para una noche tranquila.
El Atlético ya está en octavos de la Champions, y Joao Félix, también.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 2: Oblak; Trippier, Felipe, Hermoso, Lodi; Correa (Héctor Herrera, m.68), Koke (Lemar, m.73), Thomas, Saúl; Morata y Joao Félix (Marcos Llorente, m.81)
Lokomotiv Moscú, 0: Kochenkov; Idowu, Kverkvelia, Höwedes, Corluka (Magkeev, m.80), Rybus; Murilo, Krychowiak, Zhemaletdinov, Alexei Miranchuk; y Eder (Smolov, m.75)
Goles: 1-0, m.17: Joao Félix, de penalti; 2-0, m.54: Felipe
Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó al local Correa (m.68) y a los visitantes Murilo (m.41) y Krychowiak (m.42)
Incidencias: partido correspondiente a la sexta y última jornada de la Liga de Campeones disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante unos 60.000 espectadores